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De la parte Berlanga

2008

Calendas de junio

Calendas de junio

Carna vivía a la orilla del Tiber, en las siete colinas donde mucho más tarde se construiría la ciudad de Roma. Era hermosa y escurridiza, como todas las ninfas, y se divertía apareciendo y desapareciendo, enamorando a mortales a los que burlaba y abandonaba. Un día fue ella la engañada puesto que se encontró con Jano, el de las dos caras, que resultó más falso que una feria medieval. Contra éste no le sirvieron sus tretas de ninfa y acabó en la cama, un primer día del mes de junio, donde además el dios Jano le robó algunos de sus poderes sobrenaturales. Carna se convirtió en la diosa encargada de la asimilación de los alimentos, en la vigilante de las puertas, que abren lo que está cerrado y cierran lo que está abierto, y en la protectora de los recién nacidos.

En la antigüedad se celebraba este día la Carnaria, Calendas de Junio o Calendas de las habas. El día en que lo imposible se hace posible. La costumbre era comer tocino con gachas de habas para asegurar la vitalidad de los órganos sexuales para todo el año.

Un primero de junio de 1252 fue coronado Alfonso X el Sabio, uno de los mejores reyes de toda la historia de la humanidad. El mismo día, pero setecientos años después, se suprimían las cartillas de racionamiento en España, con lo cual comenzaría el lento declive de algunas comidas de pobres, como las gachas. Si no las encuentran o no saben hacerlas, zámpense una fabada, que vale igual.

Banda sonora: Mull Of Kintyre, de Paul McCartney, una canción mítica y evocadora. 

¿Churro, media manga o manga entera?

¿Churro, media manga o manga entera?

Nos íbamos a jugar a la plaza y allí encontrábamos ya por lo menos una docena de chicos de nuestra edad, año arriba, año abajo.

Y después de elegir los dos bandos contrincantes por el democrático y equitativo método de echar a pie, nos poníamos a jugar al burro. Los jugadores del equipo que se la quedaba, adoptaban la postura de burro, agachados y poniendo la cabeza entre las piernas del compañero que estaba delante y sujetándose con las manos en las piernas del mismo. El burro que estaba en la cabeza de la fila se apoyaba sobre otro jugador neutral llamado "madre", que estaba de pie apoyado en una pared o sentado en un banco de la plaza.

 

Entonces los jugadores del equipo contrario iban saltando uno por uno sobre la fila de burros, procurando que los primeros en saltar ocuparan los lugares delanteros para dejar sitio a los que saltarían después. La manera de avisar que se iba a saltar era diciendo en voz alta "churro va". Una vez acoplados todos, el primero en saltar formulaba la pregunta: "¿Churro, media manga o manga entera? tocando, respectivamente, la muñeca, el codo y el hombro, para finalizar señalando una de las partes. El portavoz del equipo "pagador" intentaba adivinar la posición marcada, actuando la "madre" como testigo y juez. Si acertaba se intercambiaban los papeles; si no, se volvía a empezar.

 

Los jugadores, que eran chicos generalmente, aunque a veces se colaba alguna chica, tenían que quedarse en la posición de caída, sin moverse. Si alguno se caía o tocaba el suelo, su equipo perdía y en el siguiente juego harían de burros. Si era algún burro el que se arringaba por el peso de los de arriba, se repetía el juego.

 

La crueldad infantil nos llevaba a derivar el peso al burro que se considerase más débil para que doblase las piernas y así disfrutar de innumerables partidas en la posición de privilegio; sin embargo no recuerdo nunca que nadie se fuese llorando a casa o con una brecha en la cabeza (la plaza entonces era de cemento), y además este juego venía muy bien para  entrar en calor, contra los rigores del invierno. La posibilidad de acertar la posición de la mano era menor cuando se jugaba  la otra variante del juego que era señalar un dedo de la mano empezando por el pulgar y que recibían los sonoros nombres de churro, pico, taina, sardinilla o la pez.

Hace mucho tiempo que no se ve jugar  en ninguna parte a este juego.  Sospecho que su rudeza lo hace escolásticamente incorrecto, pero a mi, piensen lo que quieran, me parece un juego iniciatico. Más daño hace la play, o las motos...

Foto: Fernando Ballenilla

LA CARRETERA

Don Alfonso XIII, por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España, y en su nombre y durante su menor edad, la Reina Regente del Reino,

A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han decretado y Nos sancionamos lo siguiente:

Artículo único: La carretera denominada del Puente de Ullán a la Cuesta de Paredes, incluida en el plan general de las del Estado, se entenderá que ha de pasar necesariamente por los pueblos de Caltojar y Barcones.

Por tanto: Mandamos a todos los Tribunales, Justicias, Jefes, Gobernadores y demás Autoridades, asi civiles como militares y eclesiásticas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente ley en todas sus partes.

Dado en Palacio a catorce de enero de mil ochocientos ochenta y siete

YO, LA REINA REGENTE

El Ministro de Fomento, Carlos Navarro y Rodrigo

MAPA

En este mapa que figura en la obra de Don Gonzalo Martínez Díez, "Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana" vemos la extensión de la primitiva comunidad de Berlanga, que no sufrió apenas variación en sus ocho siglos de existencia. Solo Rello consiguió desligarse y crear su propia jurisdicción; de ahi el rollo que vemos al entrar en esta villa. Dónde dice Comunidad de Caracena, debe decir Comunidad de Gormaz.

De la Ciudad de Soria, que dominaba una de las mas importantes y extensas comunidades, se decía que era "Cabeza de Extremadura" mucho antes de quedar en cabeza de la clasificación en segunda división, y por consiguiente acceder a la primera categoría del futbol español, donde otras ciudades con más capital humano y del otro llevan muchos años intentándolo sin éxito. Es la tercera vez en poco tiempo que sucede este hecho casi milagroso del que, desde este modesto rincón virtual, nos alegramos infinitamente, a la vez que felicitamos efusivamente a todos los responsables de tan honorable gesta.

Esperamos que esta circunstancia sirva para que los poderes facticos se den cuenta de que una provincia con un equipo en primera no puede recibir un trato de tercera.

Juan Carlos Menéndez en la Colegiata

Juan Carlos Menéndez en la Colegiata

’La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz’

(Le Corbusier)

Amanece en el Señorío de Berlanga, mientras los rayos del sol, alto ya éste por la línea del horizonte, comienzan a acariciar las gotas de rocío que aún se adhieren a los cristales de las ventanas, liberando, en esa sublime combustión alquímica, pequeños orbes de luz, similares a esos mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, que don Antonio Machado comparara, en su intrínseca sencillez, con pompas de jabón. Desde la privilegiada altura de su impresionante castillo, el tañido de las campanas rivaliza con el sonido del viento -ese misterioso, poderoso e indómito cierzo- en tanto que a los pies del acantilado, las aguas del río Escalote no dan tregua al reposo, arrastrando quizás con ellas, ese barquito de papel que las manos inocentes de un niño posiblemente botó en los puertos de Casillas o de Caltójar, o quizás -¿por qué no?- desde esa fuente de aguas puras que, según dicen las buenas lenguas, sale directamente del corazón de la insuperable ermita mozárabe de San Baudelio.

En contraste con las ruinosas melladuras que el tiempo ha ido dejando en el otrora orgulloso palacio de fachada plateresca que perteneció a los Marqueses de Berlanga, la figura imponente de la Colegiata gótica de Nuestra Señora del Mercado atrae por completo la atención, ocupando el centro de la ciudad, elevándose por encima de todos los tejados como un soberbio Leviatán.
Digno exponente de ese ’art-goetico’ o ’arte mágico’ definido por el maestro Fulcanelli en relación al arte gótico al que pertenecen las grandes catedrales, la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado fue construida en apenas cuatro años, en el periodo comprendido entre 1526 y 1530, bajo la dirección del maestro de obras burgalés Juan de Rasines.
Hasta el siglo XV, existían en la antigua Augusta Valeránica romana, diez parroquias -sumidas en la pobreza, si hemos de hacer caso de las crónicas- que, una vez demolidas, fueron reunidas en la de Santa María del Mercado, posteriormente convertida en Colegiata en el año 1511, por bula del Papa León X. Pertenece, pues, al estilo de transición que va del ojival al renacentista, aunque, como hemos podido observar, a su ser está íntimamente ligada una buena dosis de savia románica.
María Jesús Moreno Varas es una mujer solícita -como tuve ocasión de comprobar-, discreta y devota; de aspecto menudo, edad indefinida y cabello blanco, en su rostro el tiempo ha labrado profundos surcos que las vicisitudes de la vida, es de suponer, fueron regando con el agua salada de las lágrimas y del sudor. Pertenece, pues, a una generación que no lo tuvo nada fácil.
En un primer momento puede parecer brusca, y de trato seco y difícil; pero no es ni una cosa ni la otra: tan sólo es sorda de un oído, y esa pérdida hace que involuntariamente ignore una mitad de mundo, que a su edad, posiblemente ya no eche de menos.
Vive muy cerca de la Colegiata, en el Convento de las Monjas, a donde hay que ir a buscarla para que nos acompañe con la llave, permitiéndonos visitar el interior.
Se trata éste, una vez dentro, de un lugar cuyas proporciones pueden llegar a causar vértigo y donde, para admirar todos los detalles, habría que disponer de alas como los pájaros, pues ni siquiera el zoom de la cámara es capaz de llegar tan talto y la luz del flash apenas resulta suficiente para penetrar una oscuridad que a veces resulta tan espesa como un agujero negro.
Intimamente asociada, como la propia ciudad de Berlanga, a la figura ilustre de Fray Tomás -que fuera obispo de Panamá y mediador entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, por orden del rey Carlos V- los primeros pasos en el interior nos llevan directamente a acordarnos de él. Sería imposible no hacerlo cuando, ignorantes de lo que vamos a encontrar, nos sorprende la aterradora mole del ’monstruo’ que el viajero lego trajo de las Indias, y que ayudó en gran medida a alimentar la leyenda de las terribles criaturas que moraban allende los mares, en aquélla tierra de riqueza y promisión.
Lugar indiscutible de espacios y dimensiones; de sombra y de luz, no resulta difícil experimentar cierta sensación de vértigo cuando, situados en cualquier punto de la nave, alzamos la vista y contemplamos ese bosque de columnas y bóvedas que dan la impresión -como la palmera de San Baudelio- de pretender alcanzar el cielo.
Tampoco pasa desapercibida la curiosa mutación producida por los rayos del sol al filtrarse a través de los vidrios de los ventanales, dibujando -a pinceladas de color amarillo y ocre- jirones semejantes a velámenes de navíos que se extienden por columnas y paredes. Es la magia de los claroscuros, que proyectan entre bambalinas sombras animadas que flirtean con la luz.
Fiel a la costumbre de aquellos tiempos de servir de lugar de reposo eterno para los restos mortales de nobles y gente influyente de la época, podemos observar, en la primera capilla que nos encontramos a nuestra izquierda, el sepulcro, notablemente labrado de los Bravo de Lagunas, progenitores del famoso comunero, Juan Bravo. Enfrente de él, descansando sobre una pequeña hornacina situada en la parte baja del retablo, una figura de la Virgen -de posible ascendencia gótica y sin policromar, en apariencia- llama poderosamente la atención. Dado que la verja de la capilla está cerrada con llave y además ésta se encuentra envuelta en penumbras, apenas se aprecian los detalles suficientes como para poder comentar y sobre los que basar una suposición. Salvo que, al contrario de lo que se pueda pensar en un principio, no se trata de la reina indiscutible y Patrona de Berlanga por excelencia y devoción popular: Nª Sª del Mercado.
Se halla ésta situada en el lugar de honor del Retablo Mayor -pieza del siglo XVIII, de madera sin policromar y columnas salomónicas-, enfrente de esa simbólica Puerta del Cielo que constituye el altar. Sedente, mayestática; imperando sobre el tiempo, denotando una especie de sabia sonrisa; mostrando unos atributos comunes a una gran mayoría de Vírgenes que fueron suavizando, progresivamente, el primigenio color negro de su piel, aunque sin dejar de conservar las características de un modelo artístico, filosófico y mistérico iniciado por evangelistas como San Lucas.
Resulta curioso, también, ver sus mejillas sonrosadas y el pomo o melocotón -me decanto por esto último- que porta en su mano derecha, dando la impresión de que el artista que la labró pretendiera resaltar la importancia del fruto en cuestión, cuyo simbolismo, en numerosos lugares no exentos de una antiquisima sabiduría, como China, va asociado a la idea de longevidad y de inmortalidad.
El Niño descansa sobre la pierna izquierda de la Virgen, y a juzgar por el gesto de los dedos de su mano derecha, parece mantener una actitud de bendecir a todo aquél que se acerca lo suficiente -no mucho, desde luego, si María Jesús se encuentra por las cercanías, so pena de recibir una reprimenda- mientras sostiene un libro cerrado -puede tratarse, incluso, de una pequeña caja- en su mano izquierda.
Al igual que en la Concatedral de San Pedro, en la Colegiata de Nª Sª del Mercado puede admirarse una excelente pintura de la Virgen de Guadalupe, otra Virgen milagrera con una mistérica historia asociada, muy venerada en numerosos lugares del mundo.
Lugar de reposo también de los restos mortales de Fray Tomás, se puede admirar una talla de éste, portando en las manos un pequeño barril, es de suponer que de ron, en recuerdo de lo traído de las Indias, como la piel disecada del cocodrilo o caimán. Se encuentra dicha talla situada junto a otra de excelente calidad, que representa a un Cristo martirizado, mostrando en toda su extrema crueldad las heridas de la tortura y la Pasión.
Algo más allá, y cerrada también con llave, se encuentra la capilla de Santa Ana, donde se puede contemplar un retablo de clara influencia flamenca. Y situado en el mismo lateral, el buscador de misterios, puede detenerse unos minutos y meditar contemplando aquélla otra figura de San Cristóbal, cayado en mano y Niño sobre los hombros que, poco menos que desvirtuado por los poderes fácticos, invita a continuar viaje; a no desfallecer ni rendirse en el Camino, y a seguir disfrutando de la belleza y el misterio de una tierra sin duda mágica, puntal indiscutible de una Reconquista que, a pesar del tiempo transcurrido y lo que pueda o no aburrir en los colegios hoy en día, constituye una de las páginas doradas de la Historia de nuestro país y merece ser siempre recordada.
Visitas a la Colegiata: María Jesús Moreno Varas
Convento de las Monjas.     Teléfono 975 34 30 57
Berlanga de Duero
 
Artículo del blog SE HACE CAMINO AL ANDAR, cedido amablemente por su autor.  

SAN BAUDELIO

SAN BAUDELIO

Baudelio, en griego, significa inasequible al desaliento. Su fiesta se celebra el 20 de mayo.

Santo de los inicios del cristianismo, natural de Orleans, que predicó en Nimes cuando esta ciudad occitana pertenecía al mismo reino godo que la península ibérica. Es conocido también como Baudilio, Baudulo, Baudel, Baldiri, Boi y Boal.

En un bosque sagrado de Nimes fue martirizado, cuando echaba una enfervorecida reprimenda a los paganos alli congregados, para celebrar las fiestas natalicias en honor a Júpiter. Por el escenario de su muerte se le representa junto a una palmera y un hacha.

Cuentan que su cabeza, como la de San Pablo, dio tres botes separada del tronco, de los cuales brotaron tres fuentes. Allí mismo fue enterrado y a partir del siglo IV se comenzó a hablar de milagros, entre ellos las curaciones por tomar hojas de un laurel gigante que había nacido junto a su tumba. Uno de estos milagros fue contemplado por Teodorico, rey ostrogodo, junto a su nieto Amalarico, que sería rey visigodo en el siglo VI. Su fama de taumaturgo extendió su devoción por Francia y España donde es considerado patrón de hospitales y sanatorios.

No se sabe cual fue el paradero de su sepulcro, que se disputan varias iglesias. Parece seguro que su cabeza está en Santa Genoveva de París y que sus reliquias fueron dispersadas. Hay noticia de que algunas llegaron hasta Zahara y La Morera, pueblos de Badajoz. Según el Diccionario de Sebastian Miñano y Tomás López de Vargas, de 1827, en la aldea de Nódalo, del Señorío de Calatañazor, se conserva mucha parte de su cuerpo.

Nos informa el bloguero de SoriaCasiVerde, natural de este pueblo, que el día de su fiesta se veneraban unas reliquias y una imagen del santo que pudo desaparecer en un incendio, y que en la leyenda local el santo llegó al paraje del Hocino montado en un burro, donde fue recibido por los moradores que inventaron esta coplilla:

San Baudelio bendito,

de Casillas has venido,

en una borriquilla ciega,

a las piedras del Hocino.

Los de Casillas llegaron a recuperar al santo y ahi es donde los de este pueblo dijeron aquello de "No-dalo" que con tanta gracia contaba el actual alcalde de Caltojar cuando era guarda de la ermita.

En muchos otros lugares se ha conservado la veneración de San Baudelio. Tenemos noticia de una ermita de San Baudelio en el pueblo de Cigudosa y de un antiguo priorato de San Baudilio en el pueblo de Samboal, partido de Cuellar, donde hay una hermosa iglesia mudejar dedicada a este santo, iglesias de San Boal en Blascosancho (Avila),  Villaflor (Zamora), Zorita de la Loma (Valladolid) y Salamanca.

En la foto, sacada de una interesante página sobre el románico (Círculo románico) se ven las figuras hieráticas y sentadas de San Baudelio, en el lado de la epístola (derecha) sin palmera ni hacha, que se han sustituido por un cetro terminado en flor de lis. Esta pintura es de las pocas que permanecen in situ. En el lado del evangelio, llamado asi porque allí se leían estas escrituras cuando el cura celebraba la misa de espaldas al pueblo, vemos tambien a San Nicolás de Bari, con báculo. La pintura original está en un museo de Cincinati. Otro santo que fue muy venerado en los primeros tiempos del cristianismo, que tuvo dedicada una de las antiguas parroquias de Berlanga, y que actualmente tras unas cuantas metamorfosis, es más conocido como Papa Noel.

EL QUINTO MOSQUETERO

D’Artagnan es un quinceañero alocado que sale de su casa paterna en la Gascuña, con quince escudos en el bolsillo, un escuálido rocín ocre, un bálsamo capaz de curar heridas, siempre que no estén muy cerca del corazón, una carta de presentación del capitán de los mosqueteros y dos consejos de su padre: "no temas las ocasiones" y "busca las aventuras".

En el camino a París pierde la carta, recibe una paliza y se encuentra con una mujer bella y misteriosa que será la causante de muchos de sus problemas posteriores.

Dumas padre parece que se inspiró en personajes reales para escribir Los tres mosqueteros en 1844

El mosquetero Celedonio, cien años después, subió a un tren en Soria después de darse una vuelta por una ciudad que no conocía y tomarse unos torreznos en la Casa de la Tía Apolonia, ilustre berlanguesa que tenía taberna en la Plaza de herradores. El tren lo llevaría a Barbastro tras muchas horas de viaje y unos cuantos trasbordos, donde le había correspondido hacer un largo servicio militar. El afan aventurero lo  perdió por completo en aquellos duros años de posguerra en los que faltaba de todo, y a él y a sus cinco hermanos, también un trozo de pan con la frecuencia que el cuerpo tiene por necesidad.

Los consejos que recibió de su padre fueron los mismos que había escuchado desde que tenía uso de razón: "obedecer y trabajar, que a la gente honrada la quieren en to-los-laos"

En Barbastro sirvió en la cocina, y con cama y rancho asegurados, hizo como si no le faltara de nada, mientras soportaba docilmente el tiempo que tenía que pasar entre uniformes. Un capitán de cocina le preguntó una noche que cual era la comida típica de su pueblo, y sin pensárselo dos veces le contestó que el cardo con almendrucos, y le vino a decir, aunque con otras palabras, que en el sabor antiguo de esta comida de invierno, el veía mezclados en su justa dosis todos los olores de Berlanga, con el amor de su familia, mas unas salpicaduras de felicidad.

Después de la mili, un pariente le buscó trabajo en una fabrica de harinas de Zaragoza, donde ejercería de bestia de carga hasta su jubilación. El mismo pariente le presentó a la que sería su mujer, una moza de la parte de Agreda que trabajaba de zurzidora en un sótano lúgubre del Paseo de la Independencia, de donde el Celedonio la sacó antes de que perdiera la poca vista que le quedaba después de una rubeola intrauterina.

Hasta que murieron sus padres, El Celedonio aparecía un par de veces al año por Berlanga para ver a la familia y pasar unos días entre los paisajes de su infancia, esos que dicen que los lleva uno metidos hasta en el código genético. Después los hermanos, que ya andaban todos bajo otros cielos, vendieron la casa de las Yuberías, y dejó de visitar su pueblo con la misma resignación que había presidido toda su existencia, pero no por ello dejaba de relatar a sus tres hijas y luego a sus nietos, como eran los bailes y las diversiones de aquel pueblo que acababa de pasar por una guerra en la que nadie salió ganando, aunque algunos estuvieran convencidos de lo contrario.

Banda sonora: El mojado de Ricardo Arjona (vía Youtube)

Caminos de ensueño

Caminos de ensueño

’La vida es un viaje, es sólo un único viaje; a lo largo de ella hay sólo un camino, un bosque oscuro, una colina, un río que cruzar, una ciudad a donde llegar; un amanecer, un anochecer; sólo que uno encuentra, muchas veces, cada uno de esos hitos: lo aprehende y lo comprende, lo describe y lo olvida, lo pierde y lo vuelve a encontrar’

John Crowley. ’Aegypto’

Como el protagonista de ésta esotérica novela de John Crowley, confieso que a veces yo también tengo la sensación de vivir, en una aparente realidad, dos historias diferentes. Me ocurre a veces, cuando visito un lugar, y regreso al poco tiempo. Percibo la nueva realidad, y al tratar de compararla con los recuerdos anteriores, siento que me falta algo. Que hay un añadido o una infinidad de detalles nuevos, que hace que vea las cosas de forma diferente.

El sábado pasado, mientras recorría parte de la Comarca y Tierra de Berlanga, apenas me abandonaba un instante la curiosa sensación que tenía de que estaba viendo esos lugares, que he visitado tantas veces, por primera vez.

Berlanga de Duero, señorial y tranquila; protegida, desde los tiempos en que fuera frontera y vanguardia de la Reconquista, por unas sólidas murallas y un castillo enclavado -cuál nido de águilas- en lo más alto de un promontorio cuya parte trasera, recortada a pico diríase que por el hacha de un gigante, vigila, también, el paso sempiterno y susurrante de las aguas del río Escalote.

Solitarias y tristes, las ruinas del monasterio franciscano de Paredes Albas, situadas en un pequeño promontorio al pie de la sencilla y estrecha carretera local que atraviesa el pueblecito de Ciruela; deja atrás Casillas de Berlanga, y antes de llegar a Caltojar, enlaza con una pequeña arteria que desemboca, ascendiendo entre colinas, en la ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga. ¡San Baudelio! Como buen gourmet, es difícil no saborear intensamente los ingredientes que conforman este genuino y auténtico plato fuerte.

Trato, por un instante, de imaginarme esos cerros pelados; esas colinas, con sus solitarias quebradas que se extienden hasta el infinito, y por un instante -posiblemente igual de breve que el tiempo de vida de una cerilla- el paisaje se transforma en un bosque tupido; inconmensurable; sobrenatural. Hay una estrella -posiblemente la estrella Polar- que señala el lugar donde hombres santos y eremitas buscan la Luz de Dios en lo más recóndito de su corazón.

Después, imagino ver, en la parte más baja del cerro, aproximadamente donde ahora se encuentra la carretera, una senda forestal, por la que huye despavorida la caballería sarracena, derrotada por el empuje incontenible de los reinos cristianos en expansión: entrechocar de espada y cimitarra; relinchos de caballos; gemidos de agonía; enfrentamiento fratricida de culturas...

Un ruido de pisadas en la gravilla del camino, convierte mi ensoñación en frágiles pompas de jabón, que no tardan en estallar y desaparecer al entrar en contacto con la realidad. Se trata del guarda de San Baudelio, que se acerca cansino, a desgana, con su rostro adusto y aburrido, posiblemente hastiado de abrir la puerta de la ermita a gente que -en su opinión- no valora en realidad semejante maravilla. Tal vez sienta celos de compartir con alguien una obra de arte que en su momento, algunos vecinos no supieron conservar, y hoy languidecen de nostalgia -cuál emigrante- al otro lado del Atlántico.

No son pocas las veces que me he acercado a San Baudelio y siempre me ha llamado la atención este señor, un caso atípico de introversión en la provincia; tan poco complaciente a la hora de permitir la subida de los escalones que llevan al coro, como acceder a consentir la utilización del ’flash’ en la cámara, que poco o ningún daño puede hacer ya a unas pinturas que no existen; tan buen buscador, sin embargo, de excusas formales, en las que siempre tiene la culpa el ’director’, y que me recuerda el fósil antediluviano que continúan siendo los organismos oficiales de este país, y que apenas han cambiado desde los tiempos de Mariano José de Larra y su famosa crítica del ’vuelva Vd. mañana’. Su parquedad de palabras, así como la ausencia de cualquier gesto de benevolencia que, en lugar de hacer la visita un acontecimiento digno del lugar sublime en el que te encuentras, consigue que en el fondo -y por respeto al espíritu sagrado del lugar- humilles la cabeza hacia el suelo como los bueyes, acortando el tiempo que pensabas permanecer en el interior, impregnándote con la esencia del lugar, sabedor que, un minuto más en su compañía, puede significar una retirada de puntos en el carnet particular de tu educación.

De retorno a la arteria principal, con un agridulce sabor de boca, el camino continúa hasta Caltojar, distante apenas un par de kilómetros del oasis de San Baudelio. Parten de este punto, otras dos pequeñas arterias: la de la izquierda, lleva a Bordecorex y a la atalaya islámica de La Veruela; la de la derecha, se adentra en el corazón de Caltojar, donde se yergue, sólida y espléndida como una montaña, la iglesia románica de San Miguel Arcángel.

Este paladín celestial, guerrero y juez, ángel psicopompo equivalente al Anubis egipcio, preside el pórtico de entrada de este interesante templo románico, quizás uno de los más importantes de la región, habida cuenta de que los que existían en Berlanga, constituyen hoy día el armazón fundamental de la Colegiata de Nª Sª del Mercado.

La arquitectura de Caltojar -común a la de muchos pueblos de la provincia- combina las tosquedad añeja de las casonas de adobe y piedra con sabor a tradición, con esa otra fría idiosincrasia que tienen las edificaciones rurales modernas, que tienden a elevarse en varias plantas, estrechas y cubiculadas como juncos, aprovechando hasta el último centímetro de terreno. Por eso, no resulta extraño ver conjuntado un estilo con otro, como si de las piezas de un irregular puzzle inmobiliario se tratara.

Dejo atrás Caltojar, cuando las primeras gotas de lluvia comienzan a caer, sin cruzarme con nadie en mi camino de regreso a Berlanga, y aún me queda ruta por hacer. Atrás quedan, también, el castillo y las murallas, así como el desvío hacia el mundo pétreo, espectacular y fantástico de Tiermes.

Unos metros más allá, y antes de llegar al rollo gótico o picota donde antiguamente se llevaban a cabo los castigos populares, me desvío por un camino rural, sin asfaltar, que, atravesando extensas llanuras donde en ésta época del año predomina el color verde esmeralda de la hierba en pleno desarrollo, conduce hasta el pequeño pero interesante pueblo de Aguilera. El trayecto es relativamente corto, aproximadamente dos kilómetros, durante los que nunca tienes la sensación de encontrarte aislado -sensación común a otros lugares de la región- pues incluso en la distancia siempre tienes como referencia el espectacular promontorio bajo el que se asienta, así como el obelisco -enhiesto como un mástil- de la iglesia románica de San Martín, un curioso exponente de la arquitectura religiosa y rural del siglo XII.

Se comenta que Aguilera fue tierra de templarios, aunque sea difícil encontrar evidencias claras que así lo demuestren, si exceptuamos, como reseña, la curiosa estructura cubicular de la iglesia, que pudiera tener alguna relación. Visto desde el elevado lugar sobre el que se asienta la iglesia -cuando no a través de los arcos de ésta, lo que garantiza, además, la visión de un paisaje espectacular- el pueblo conforma una piña de casas agrupadas que, de alguna manera, recuerda la distribución de los antiguos castros celtíberos. Por supuesto, pasado y presente se hacen el relevo, siempre y cuando no lejos de algunas casas en ruinas, se levantan los cimientos de nuevas construcciones que, a no tardar mucho, irán sustituyendo la morfología de un pueblo con genuino sabor a tradición.

Son de destacar, por otra parte, sus bodegas, que, en forma de cuevas o subterráneos, se adentran en el corazón de la colina. Con la grata sensación del humo proveniente de una chimenea -sobre todo ahora que la lluvia comienza a caer con más intensidad- que me recuerda el calor entrañable de un hogar, abandono un lugar que, con o sin templarios, aún mantiene vivo un añejo e inolvidable sabor a tradición. Con un agradable sabor de boca, pues, dejo atrás la Tierra de Berlanga, y sin importarme la lluvia que cae, me dirijo hacia la Tierra de Osma, y más allá, aún, a San Esteban de Gormaz. Pero claro, eso forma parte de otra historia.

 

El video y el artículo son gentileza de Juan Carlos Menéndez, desde su blog "Se hace camino al andar"

3 Piezas VISIGODAS

3 Piezas VISIGODAS

Berlanga de Duero. Villa del municipio de Berlanga de Duero, partido de Almazán.

Procedentes del cementerio de una aldea próxima a Berlanga son tres piezas visigodas que, tras haber pertenecido a la colección Darío Chicote de Valladolid, fueron trasladadas al Museo episcopal de Vich. Se trata de una fíbula de arco y dos hebillas de cinturón...

Angeles ALONSO AVILA. "La visigotización de la provincia de Soria" CELTIBERIA Nº 68. julio-diciembre 1984

Ni en la referencia anterior ni en las que de pasada hace Pérez Rioja, hemos encontrado el lugar del que salieron las tres piezas, ya que no tenemos noticias de necrópolis visigodas por esta zona. Otro frente de investigación queda abierto.

Desde este blog hemos intentado ponernos en contacto con el obispado de Vic, hace más de un año, para solicitar información y fotografías de los fondos procedentes de nuestra comarca, sin que hayamos conseguido ningún resultado. Aqui les dejo la dirección y el correo electrónico para ver si alguien tiene mejor suerte:

Ilustrísimo Señor Romà Casanova (obispo)

c/ Santa María, 1

08500 Vic (Barcelona)

bisbatdevic@bisbatvic.com

En un trabajo de Martín Almagro Basch sobre los materiales visigodos del Museo arqueológico de Barcelona, se dice que hay una placa de broche de cinturón, procedente de Berlanga; y por Perez Rioja sabemos tambien que varias piezas visigodas de Berlanga se encuentran entre los fondos del Museo Numantino de Soria.

CAMBIOS DE NOMBRE

CAMBIOS  DE NOMBRE

En una entrada anterior, se hacía referencia al decreto por el que se alteraba el nombre de algunos pueblos con nombres repetidos, convencidos de que estaría incluido Berlanga. No fue así.

A través de una valiosa información del Berlangués de Osnabrück, localicé el citado decreto, publicado en la Caceta de Madrid, el día 2 de julio de 1916. En la relación de pueblos dividida por provincias, no aparece Berlanga, por lo que la adaptación del nombre oficial tuvo que ser anterior a esta fecha; cuestión en la que seguiremos investigando.

Con estos cambios de denominación, la Sociedad Geográfica, encargada del estudió previo, perseguía la desaparición de la extraordinaria y lamentable confusión originada por el hecho de existir entre los 9.266 ayuntamientos que constituyen la Nación, más de 1.020 con idénticos nombres. Entre los criterios utilizados se hablaba de procurar no alterar los nombres de las poblaciones con más entidad, tener en cuenta los antecedentes históricos para que el calificativo no fuera arbitrario y dar predilección a las palabras que expresan nombre de corriente de agua, montaña, territorio o particularidad geográfica.

En la siguiente relación están los pueblos de la provincia de Soria que adaptaron sus nombres, en la que aparece Rebollo, que a partir de esa fecha se llamaría Rebollo de Duero (la foto de arriba es de los últimos niños que tuvo su escuela, en 1970).

  • Aguaviva, se llamará Aguaviva de la Vega
  • Almenar, se llamará Almenar de Soria
  • Arcos, se llamará Arcos de Jalón
  • Ausejo, se llamará Ausejo de la Sierra
  • Bocigas, se llamará Bocigas de Perales
  • Canredondo, se llamará Canredondo de la Sierra
  • Carbonera, se llamará Carbonera de Frentes
  • Castejón, se llamará Castejón del Campo
  • Espeja, se llamará Espeja de San Marcelino
  • Esteras de Lubia o de Soria, se llamará Esteras de Lubia
  • Frechilla, se llamará Frechilla de Almazán
  • Fuentelsaz, se llamará Fuentelsaz de Soria
  • Herrera, se llamará Herrera de Soria
  • Langa, se llamará Langa de Duero
  • Ledesma, se llamará Ledesma de Soria
  • Matanza, se llamará Matanza de Soria
  • Monteagudo, se llamará Monteagudo de las Vicarías
  • Montuenga, se llamará Montuenga de Soria
  • Portillo, se llamará Portillo de Soria
  • Póveda, se llamará Povédola
  • Rebollo, se llamará Rebollo de Duero
  • Retortillo, se llamará Retortillo de Soria
  • La Revilla, se llamará La Revilla de Calatañazor
  • San Andrés de Soria o de Almarza, se llamará San Andrés de Soria
  • Serón, se llamará Serón de Nájima
  • Tardajos, se llamará Tardajos de Duero
  • Torrubia, se llamará Torrubia de Soria
  • Valdelagua, se llamará Valdelagua del Cerro
  • Valdemoro, se llamará Valdemoro de San Pedro Manrique
  • La Vega, se llamará La Vega y Lería
  • Viana, se llamará Viana de Duero
  • Los Villares, se llamará Los Villares de Soria
  • Villaverde, se llamará Villaverde del Monte.

San Baudelio: Un enigma por descubrir

La ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga, construída a fines del siglo XI, es uno de los monumentos más originales y emblemáticos del extraordinario patrimonio histórico-artístico que guarda y tutela la Comunidad de Castilla y León.

Situada en el cruce de caminos entre las dos Castillas, y también cerca de Aragón, la iglesia de San Baudelio fue, en la época en la que se erigió, un punto de encuentro entre los pueblos y las culturas que cohabitaron durante largo tiempo en aquellos escenarios fronterizos. Su imagen estética mestiza, muy afín a ciertos registros de la sensibilidad de nuestra civilización, la hacen hoy especialmente atractiva para toda clase de gentes, para los eruditos que la analizan y para los públicos no especializados que la contemplan con curiosidad cívica y culta.

Por todo lo anterior , puede asegurarse sin hipérbole, que la iglesia de San Baudelio es en la actualidad una de las tarjetas de presentación con que Castilla y León acoge, en aquella extremadura del suroeste soriano, a sus cada vez más numerosos visitantes.

[Escolano Benito, Agustín "San Baudelio de Berlanga, guía y complementarios". Necodisne ediciones. 2005]

La ’extremadura’del suroeste soriano. Un lugar yerto, aunque de sobrecogedora belleza; con abundantes colinas y páramos, donde sobreviven especies de monte bajo y plantas aromáticas; un lugar, en la actualidad, donde no es difícil observar las evoluciones de diferentes aves rapaces, estáticas como cometas que planean a su libre albedrío sobre infinitos espacios, desafiando a un viento que, cuando se desliza a ras de suelo, levanta torbellinos de arenisca y polvo, susurrando, al oído del visitante que se detenga el tiempo suficiente y quiera escuchar, mensajes de soledad y de enigmática trascendencia. Puede decirse que los cambios producidos en el entorno de San Baudelio a lo largo de los años, son múltiples y variados. De ellos bien podrían hablar los habitantes de los pueblos cercanos -Casillas de Berlanga y Caltojar- y también aquellos otros que residen en la señorial Berlanga de Duero, los mismos que sonríen con natural orgullo cuando observan la admiración con que unos ojos foráneos contemplan, en primer lugar, su castillo y sus murallas, antes de perderse por sus calles y deleitarse con los manjares de sus bares y tabernas.

Es muy posible que resulten más evidentes aún, si cabe, en el Cantar de Mío Cid, pues es bien sabido que don Rodrigo conquistó la plaza a los musulmanes en el año 1087, siendo nombrado ’señor de Berlanga’ por el rey Alfonso VI, lugar donde residió durante algún tiempo, antes de continuar viaje hasta Valencia.

Es a ese tiempo al que nos referimos ; un tiempo oscuro y misterioso, que se sustenta con dificultad a lomos de la historia y la leyenda, cuando en lugar de páramos desolados, existían extensos bosques que apenas dejaban entrar la luz del sol, y donde una chispa de genialidad -posiblemente motivada por el sueño imperecedero de la leyenda griálica asociada- hizo que, oculta como en el confortable seno de una matriz, se levantara todo un símbolo de iniciación, de fe, de convivencia y de esperanza, más allá de esa vanguardia cristiana y su correspondiente retaguardia musulmana, que se desangraban en la ribera del Duero, mientras avanzaban unos y retrocedían otros: la ermita de San Baudelio.

Levantada sobre una cueva con varias ramificaciones que una vez fueron hogar y morada de místicos eremitas, resulta imposible hablar de ella, sin comentar, siquiera sea de pasada, el símbolo sublime por antonomasia, sobre el que se sustenta, y por el que posiblemente sea tan conocida o más que por sus extraordinarias pinturas: la palmera.La visión de la palmera, como pilar central, columna que sustenta el mundo o, de manera más abreviada, Axis Mundi, produce una curiosa sensación de perplejidad y admiración a un tiempo, siendo uno de los principales elementos clave con los que primeramente se encuentra el visitante -temeroso al principio cuando se encuentra con la vulgar sencillez de su estructura exterior-, una vez franqueado el umbral.

En efecto, símbolo clave a la hora de representar la conexión Cielo-Tierra -entierra sus raíces profundamente en la tierra, mientras eleva sus ramas hacia el cielo, como una especie natural, comparativamente hablando, de ’escalera de Jacob’- la palmera, como el roble y otros árboles considerados sagrados por numerosos pueblos desde la más remota antigüedad, constituye un ilustrativo ejemplo del vínculo indisoluble entre los hombres y la divinidad, cuyo punto clave o ’umbral’, pudiera localizarse en esa especie de cubículo que oculta entre sus ramas, denominado ’linterna de los muertos’. Recordemos la importancia de la orientación de las edificaciones románicas, a la hora de situar este umbral; es decir, no la puerta principal de acceso al templo, como pudiera suponerse a priori, sino el punto preciso de la iglesia que sirve de vínculo entre el cielo y la tierra. O, metafóricamente hablando, el preciso lugar que se suponía era "tocado" por el dedo de Dios; esto es, un rayo de luz que incidía a determinada hora en un determinado punto y tenía un carácter tan sagrado como el altar o Puerta del cielo.

Considerada por algunos paleontólogos como el árbol más antiguo del mundo, su simbolismo es tan variado, como fascinante, apareciendo como elemento clave en numerosos pueblos y culturas. Tomando ésta premisa como base, y remontándonos en el tiempo, podemos decir que uno de dichos pueblos, como por ejemplo, el egipcio, veía en la palmera un símbolo de inmortalidad, de victoria sobre el tiempo, utilizándolo como uno de los jeroglíficos que representaban la fiesta del Heb Sed, o el Jubileo del Faraón; en definitiva, la fiesta por la que el Faraón, al igual que los dioses, se renovaba y rejuvenecía. También la asociaban con Ra, dios del Sol, en un sentido manifiesto de muerte y resurrección.

La rama de la palmera, se ofrecía, también, a los vencedores como símbolo de triunfo, y entre los símbolos utilizados por el Cristianismo, tenía varias consideraciones: una como imagen de la Virgen (’esbelto es tu talle como la palmera’, cita el Cantar de los Cantares) y otra como símbolo del triunfo sobre la muerte a través del martirio. No es de extrañar, por tanto, que los mártires sean representados, generalmente, con una rama de palmera en la mano. Incluso, en ocasiones, se puede apreciar dicha rama en la mano del arcángel Gabriel, en algunas escenas de la Anunciación, y sobre todo, cuando éste le anuncia a la Virgen la proximidad de su muerte. C. G. Jung veía en este árbol el símbolo del alma. He aquí, brevemente expuesta, la importancia de dicho árbol y su relevancia como elemento principal de la ermita mozárabe de San Baudelio.

Pero no se puede continuar hablando de San Baudelio, sin hacer un pequeño inciso y poner de manifiesto la dolorosa sensación de vacío; de especulación y de amarga burla técnico-burocrática que en 1926 -y con el consentimiento, previo pago, de algunos vecinos de Casillas- permitió que las pinturas de aquélla pequeña ’capilla sixtina’, poco menos que oculta entre los montes y páramos de la Tierra de Berlanga, cruzaran el Océano Atlántico y sean hoy día admiradas en museos foráneos como The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, en su sección ’The Cloisters’.

Cómo no podía ser de otra manera, tratándose de unos ’expertos en importar Historia ajena’, allí duerme el sueño eterno del exilio la flor y nata de la representatividad pictórica que hizo de San Baudelio un auténtico utensilio de paz, de enseñanza, de civilización y de cultura, y donde, por añadidura, al decir de los expertos, se puede apreciar con mucha mayor determinación la influencia de varios estilos artísticos, que ponen de manifiesto una de las cualidades de tan peculiar y sagrado lugar: la transigencia, en su acepción más pura de convivencia y hermandad.

Es por este motivo, triste, vuelvo a repetir, que la fascinación se torna decepción cuando el curioso -alentado por la gratificante sensación que supone encontrarse en un lugar especial- no encuentra rastro alguno del ángel y los soldados ante el sepulcro de Jesús; o la escena donde se representaba a las tres Marías; o aquélla otra, maravillosa en su conjunto y repleta de interesantes, simbólicos y genuinos matices, que mostraba a Jesús devolviéndole la facultad de la vista a un ciego.

Tampoco tendrá la oportunidad de poder satisfacer su curiosidad, deleitándose con la observación de los detalles de la resurrección de Lázaro o el milagro de la conversión del agua en vino, correspondiente, este último, al episodio de las bodas de Canaán. Ni de valorar la fuerza emotiva de las tres tentaciones y la entrada, triunfal y majestuosa, de Jesús en Jeruralén...

Si alcanzará a ver, sin embargo, en la pared situada enfrente de la puerta de acceso, junto a los escalones de ascenso al coro, algunas huellas, quizás de ésta última escena, y es posible que, a partir de las improntas de las cabezas de los nobles animales, se imagine a Jesús sentado en el lomo de uno de ellos, con los apóstoles caminando detrás de Él.

Mal que bien sí podrá intentar poner a prueba el poder de su imaginación, dejando que ésta repase las huellas e improntas que aún permanecen en el lugar, intentado moldear en su mente la fuerza original de expresividad y color, contenidas en las escenas cinegéticas de la caza de la liebre; o aquéllas relacionadas con el guerrero -de probable origen mozárabe- que avanza con el escudo pegado al cuerpo, seguramente encaminándose a alguna batalla imaginaria, o quizás -¿por qué no?- huyendo muy a su pesar del plantígrado que camina a cuatro patas en la pared del coro, no muy lejos de donde se sitúa, con toda su expresividad exótica, la imponente figura de un dromedario.

Sólo expandiendo su imaginación, el visitante podrá llegar a representarse un atisbo de lo que fue y significó la ermita de San Baudelio de Berlanga, y quizás comprenda y asuma aquélla significativa y terrible frase de Catalina II de Rusia, que decía: ’lo mío no es amor por el arte, es voracidad, glotonería, ansias de devorarlo y saciarme de él’.

Este artículo ha sido cedido amablemente a este blog por Juan Carlos Menéndez, y trasplantado desde ROMANICA, ENIGMAS DEL ROMANICO ESPAÑOL, que es uno de los blogs en los que este madrileño errante descarga su curiosidad y su afan de conocer y de entender lo que le rodea. De sus andanzas por nuestra provincia deja huella en su blog Soria, se hace camino al andar; y tiene espacios dedicados a nuestras provincias hermanas de Guadalajara y Segovia

BERLANGA SIN CURA

BERLANGA SIN CURA

A mediados de 1853 había plazas vacantes de cura en Berlanga y otros pueblos de la diócesis de Sigüenza, a la que pertenecimos hasta 1955. En la Gaceta de Madrid del 9 de julio de ese año aparecía este curioso anuncio de oposición para cubrirlas, con la descripción de las pruebas que deberían pasar los aspirantes. La orden parte de Don Joaquín Fernández Cortina, que ocupó el obispado entre 1847 y 1854, siendo el obispo numero 82 según el cronista Minguella.

OBISPADO DE SIGUENZA.

 

Nos,  D. Joaquin Fernandez Cortina, por la gracia de Dios y de la Santa Sede apostólica, Obispo de Sigüenza, caballero gran cruz de la Real Orden de Isabel la Católica &c.

Hacemos  saber que en este nuestro obispado se hallan vacantes diferentes curatos que se han de proveer, como haya lugar, en concurso general, y los que vacaren pendiente el próximo que indicamos por el presente edicto, según el santo concilio de Trento, Bulas apostólicas, art. 26 del Concordato, y sin perjuicio de lo que se resuelva en el futuro arreglo parroquial.

Son entre otros el de Adobes,  Aillón (Santa María), Alcoroches, Almazán (San Pedro), Baraona, Barcones, Berlanga, Corral de Aillón, La Cabrera,  Mandayona y su anejo Aragosa, Mazarete, Medinaceli con sus anejos Lodares y Corbesín, Pelegrina, Ruguilla y Sienes.

Por tanto las personas que quieran hacer oposición, teniendo las cualidades necesarias, comparezcan por si o por procurador ante el infrascrito secretario dentro del término único y perentorio de cuarenta días que correrán desde el de la fecha y cumplirán el 15 de agosto.

Los opositores han de presentar su partida de bautismo, certificaciones de estudios, títulos de grados literarios, ordenes y cualesquiera documentos conducentes; y los de fuera de la diócesis letras testimoniales de sus ordinarios. Los regulares exclaustrados o canónicamente secularizados exhibirán especial habilitación apostólica, y los no tonsurados la nuestra para obtener curato.

Vencido el termino señalado y ocho días más, darán principio los exámenes, consistentes en la versión escrita dentro de una hora del punto de latinidad que se les dictará, y en la respuesta y explicación de cuatro cuestiones de teología moral, deducidas por suerte, que darán también por escrito en idioma latino dentro de tres horas, cuyos ejercicios han de tener lugar en el primer día. En el segundo e igual termino de tres horas, los aspirantes han de escribir en castellano una Homilía sobre el texto de los Santos Evangelios, que asimismo se extraiga por suerte, desempeñando estos trabajos sin auxilio de libros ni de persona alguna. En los días sucesivos, cada opositor sufrirá separadamente otro examen verbal de 20 minutos acerca del punto, cuestiones y plática enunciadas, o de lo que oportuno estimen los examinadores. Censurados que sean por estos los ejercicios con lo demás que convenga, procederemos a lo que corresponda en justicia y nos parezca mas conforme al servicio de Dios nuestro señor y de las parroquias.

Dado en Sigüenza, a 6 de julio de 1853

Joaquín, Obispo de Sigüenza.

Por mandado de S.E. Ilma. El Obispo, mi señor, Manuel Batanero, secretario.

 

El arciprestazgo de Berlanga lo formaban todas las aldeas de la Tierra excepto tres, Brías, Morales y Bayubas de Arriba que pertenecían a la diócesis de Osma; Brías y Morales y en el arciprestazgo de Gormaz, Morales como anejo de la parroquia de Recuerda, y Bayubas de Arriba en el arciprestazgo de Osma, como anejo de la parroquia de Valverde de los Ajos. La villa de Rello tambien formaba parte del arciprestazgo de Berlanga, aunque en el siglo XVI ya no pertenecía a la Tierra y tenía su propia jurisdicción.

DIALOGOS CON TORERO AL FONDO

DIALOGOS CON TORERO AL FONDO

Llorenç Soler, valenciano con casa en Calatañazor, es un reputado documentalista con amplio curriculo en el que figuran algunas descarnadas galerías de nuestra España olvidada como "Odisea soriana interpretada por negros" o "El viaje inverso"

En este "Diálogos en la meseta, con torero al fondo" nos cuenta la peripecia de Ruben Sanz, novillero soriano, para abrirse camino en ese anacrónico mundo taurino convertido en negocio de gente sin escrúpulos, en el que solo salen adelante los que tiene detrás un apellido o una cuenta con muchos ceros. Ruben es hijo de un peluquero.

Desde muy pequeño unas tías con mucha afición, le hacían trajes de torero y lo llevaban a la plaza, vecina a su casa, donde acabado el espectáculo, le dejaban saltar al ruedo, dar unos pases al aire y saludar al tendido que lo jaleaba. Esas mismas tías pretendieron que hiciera la comunión con traje de luces, pero lo evitó la madre que pensó que aquello podría ser una afrenta de por vida para toda la familia.

El niño creció pero no abandonó la obsesión por los toros. Recibió clases de José Luis Palomar que le aportaron técnica y el sabio consejo  de que abandonara a tiempo porque no lo veia capaz de triunfar. Lejos de arredrarse, y al contrario que la generalidad de los humanos, propensos a lo gregario y a imitarse unos a otros, Ruben decidió perseverar en el propio ser, arriesgandose a aparecer ante los demas como un perturbado o un inconsciente.

Es precisamente ese giro inesperado y la dedicación a tiempo completo de una vida a una meta brumosa, lo que cautiva y encandila del documental; todo eso que hace del protagonista un anacoreta y un romántico, un místico y un samurai: y pensar que todo eso sucede en Soria, una ciudad anacrónica, con una tradición taurina mas teórica que otra cosa y por supuesto a años luz de la que se respira en el sur.

Puestos a poner alguna pega, el documental se hace un poco largo (dura 90') y me parece excesivo el tiempo que se dedica al personaje de la madre. En el aspecto puramente lingüistico, no me parece que, con la Ibérica al norte y el sistema Central al sur, la provincia mas montañosa de España tenga mucho que ver con la meseta, ni los campos cerealistas de Gómara, con un páramo.

Pero en el fondo estaba el torero y el fondo es muy bueno. Por su lucidez, por su sencillez, agradecemos mucho al Señor Soler estos últimos poemas visuales que dedica a nuestra tierra.

El documental se pudo ver el pasado jueves en la Casa de Soria en Madrid, en un pequeño salón con balcones a la Carrera de San Jerónimo, con la presencia de una docena de sorianos y sin la anunciada comparecencia del director y el protagonista.

PETRÓLEO

PETRÓLEO

En 1929 la compañía "La Geofísica, S.A." efectuó trabajos gravimétricos y sísmicos en terrenos de Berlanga y del Burgo de Osma para determinar si había petróleo, y parece que lo había pero que con los medios de la época, el coste de su extracción no merecía el esfuerzo. En la década de 1940, la Compañía de Investigaciones y Explotaciones Petrolíferas obtuvo permiso para realizar exploraciones en varios términos municipales del sur de la provincia: El Burgo, San Esteban, Valdenebro, Quintanas de Gormaz, Recuerda, Berlanga, Bayubas de Abajo, Tajueco, Fuentepinilla, Centenera y Velamazán. Esta vez la busqueda fue más minuciosa pero los resultados igual de insatisfactorios, hasta que una década después, en 1952, esta empresa renunciaba a seguir explorando.

Tampoco en esto la Diosa Fortuna estuvo de nuestra parte, que si no ahora no estaríamos hablando de despoblación ni de derrumbamientos. Lo que hubiera cambiado la vida con los petrodólares...

Banda sonora: Gia ena tango de Haris Alexiou. Cortesía de esnips

Saludos a nuestros visitantes de Cundinamarca (Colombia), Marratxi, Lima,  Buenos Aires, Osnabrück y Bolivia. Si son de Berlanga, creo que no se habrían tenido que marchar de haber resultado lo del petróleo. Y gracias a Kike Oliva por el enlace.

LASCIATE OGNI SPERANZA

LASCIATE OGNI SPERANZA

Hace mucho tiempo que el Dalai Lama sabe que nadie va a echar a los chinos del Tibet. Mil millones de potenciales consumidores tiran por tierra cualquier supremacia de los derechos humanos. El desprecio por ellos que está mostrando el gigante chino no es cosa nueva en alguien que destruyó monasterios,  construyó cárceles y eliminó físicamente a los opositores. La represión de ayer y la de ahora son el lado visible de un verdadero genocidio.

Esa ingente masa de consumidores y la dependencia económica que el primer mundo está creando interesadamente con China, evitarán seguramente el mas que merecido boicot a las Olimpiadas; por eso me sorprendió ayer escuchar a Sarkozy que la posibilidad estaba abierta.

Remota posibilidad, pero valentía la del esposo de la estupenda Bruni-Tedeschi, que por lo menos habla de ella. A ver si cunde el ejemplo entre los gerifaltes de nuestra culta Europa, que vergonzosamente niegan la independencia al Sahara o al Tibet para no agraviar a las sanguinarias dictaduras que los oprimen, pero consienten la de Kosovo que puede encender la mecha de una nueva guerra a las puertas del Mediterraneo.

Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate. Dejad toda esperanza, los que entrais, decía Dante que ponía a las puertas del infierno.

SOMBRAS PARALELAS (Diario de Soria)

BORDECOREX (Otra torre que se cae)

         

El pasado 20 de febrero se derrumbó la torre de la iglesia de San Miguel de Bordecorex. La asociación cultural Rio Torete había advertido a la diócesis del peligro que corría, y el arreglo comprometido en el Plan Romanico para este año no llegó a tiempo.  Esta torre almenada formaba parte de una iglesia románica del siglo XIII, pero según algunos eruditos pudo ser en origen parte de un castillete musulmán que serviría de apoyo a las cercanas alcazabas de Atienza, Berlanga y Gormaz

El Delegado territorial de la Junta anunció con premura la reconstrucción del monumento, dentro de otro Plan llamado Arquimilenio, y suponemos que las actuaciones previstas en el Plan Románico Sur seguirán su curso normal y se logrará eliminar la imagen de abandono que rodea a esta iglesia. Mientras tanto no tenemos mas remedio que acordarnos de ese refrán que dice que más vale prevenir que curar. Aunque tampoco está mal ese que dice que más vale tarde que nunca.

Persiguiendo esta noticia me he encontrado con la grata sorpresa de un nuevo blog sobre Bordecorex, que además de hablar de cosas cercanas y de hacerlo con calidad y calidez, ha tenido la amabilidad de poner este blog entre sus lugares amigos.

10 de marzo de 1535

10 de marzo de 1535

Por su fama de dialogante, el rey de España encomendó a Fray Tomás para que pusiera paz en las disputas territoriales entre Pizarro y Diego de Almagro, cosa que no consiguió más que de palabra, porque no eran españoles de palabra, les podía la ambición y liaron una guerra civil que ocasionó muchos muertos incluidos ellos mismos.

El pobre Fray Tomás partió en barco desde su obispado de Panamá, para entrevistarse con los conquistadores. En el trayecto por el Pacífico atravesó una zona de calmas y la nave fue arrastrada hacia occidente por las corrientes marinas. El contratiempo del retraso en llegar al Perú se vió compensado con el descubrimiento de unas islas desconocidas plagadas de animales exóticos que no temían al hombre, pues no lo habían visto nunca. Habían llegado Fray Tomás y su séquito a las Islas Galápagos.

En la Academia Cajander se cuenta el evento y la historia de Fray Tomás, con muchos enlaces y fotos.

Fue un 10 de marzo de 1535, hoy hace 473 años

AGUA CORRIENTE

AGUA CORRIENTE

El 21 de septiembre de 1960 la Dirección general de obras hidráulicas adjudica las obras de abastecimiento de agua en Berlanga al contratista Don Ramiro Lahoz Abad, que se compromete a ejecutarlas por 1.097.000 pesetas. Treinta y tantos meses más tarde, todas las casas del pueblo disponían de sus particulares espitas por las que salía un agua corriente de primera calidad tras efectuar un pequeño giro de la llave. De cómo era la vida antes de este milagroso suceso no les puedo decir mucho, pues no había nacido. Lentamente fueron cayendo en desuso los utensilios que habían servido para transportar el agua desde las fuentes, las pilas de lavar, los cántaros, los jabones caseros que se hacían con sosa y aceite reciclado...

Comenzó tambien el lento abandono de  los lavaderos públicos de la Puerta de La Hoz, que habían sustituido a otros más antiguos que había junto al manantial de la Arboleda. Es cierto que en estos lugares bullía la vida, porque el agua limpia tiene la propiedad alquímica de provocar alegría y que los lavaderos eran sitios mas bulliciosos, sicalípticos y escatológicos que las tabernas. Ahi está desde entonces el edificio, al que no se ha sabido encontrar un fin adecuado, y donde no quedaría mal una fábrica de jabón artesano.

La (des) POBLACION

La (des) POBLACION

Poblacion de la parte Berlanga, según datos del Instituto nacional de estadística, referidos al año 2007:

ABANCO1
AGUILERA22
ALALO28
ANDALUZ23
ARENILLAS28
BARCONES33
BAYUBAS DE ABAJO206
BAYUBAS DE ARRIBA54
BERLANGA DE DUERO862
BORDECOREX15
BRIAS29
CABRERIZA0
CALTOJAR69
CASILLAS DE BERLANGA8
CIRUELA24
ESTACION6
FUENTE TOVAR17
HORTEZUELA24
LA RIBA DE ESCALOTE23
LUMIAS11
MORALES50
PAONES4
REBOLLO DE DUERO32
RELLO31
VALVERDE DE LOS AJOS10
VELAMAZAN65
Total

1675