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De la parte Berlanga

Axinio

Mi ruta del Torete

Los rios no entienden de particiones geográficas, ni hay fronteras artificiales que detengan su curso. El rio Bordecoréx, tambien llamado Torete, nace de dos arroyos que descienden, el uno de los montes de Radona y el otro de los de Yelo, escribía Eugenio Larruga en el siglo XVIII; actualmente se da como lugar de nacimiento la Loma del Cerrajón, estribación de Sierra Ministra, entre los pueblos de Conquezuela y Torrecilla del Ducado; es decir, justo en la divisoria de las provincias de Guadalajara y Soria. Riega los términos de Conquezuela, Yelo, Alcubilla de las Peñas, donde recibe las aguas del arroyo que viene de Radona, Jodra de Cardos, Villasayas, Fuentegelmes, Bordecorex y Caltojar, donde se une al Escalote.
La primera parada es en la Cueva de la Cruz de Pelos, a kilómetro y medio de Fuentegelmes por la carretera de Villasayas, en el paraje que llaman El Hoyo de la Cueva. Tiene unos treinta y cinco metros de largo, con un ramal corto a la izquierda, pero lo más interesante es una cazoleta cuadrada, y una especie de pila, hechas ambas por la mano del hombre. Al fondo hay una gran piedra, como una especie de losa de una sepultura, que da lugar a un pequeño tunel que termina en una pequeña sala.
Hay otra Cruz de Pelos en el municipio de Muros, que está despues de Compostela y antes de Noia, en el camino que lleva a Finisterre.  Su nombre hace referencia a un rito pagano ejecutado en el agujero del capitel que sostendría la cruz, consistente en depositar los pelos despues de peinarse, lo que podría interpretarse como un rito de ofrenda realizado por las mozas que allí llevaban a pastar las ovejas.
No había oido hablar de este rito en Castilla, pero puede que tambien lo llevaran a cabo las mozas de Fuentegelmes y Villasayas. Dificil saberlo pues no solo ha desaparecido la cruz sino hasta su memoria.
Cerca de la cueva hay un abrigo con paredes levantadas con piedras y barro, que ha sido utilizado por los pastores, y justo debajo de la cueva, a media ladera, un manantial de buenas aguas.
La segunda parte de esta ruta particular tuvo lugar en unos parajes al suroeste de Villasayas, buscando la Fuente de la Sima y la sima misma. La zona esta llena de cerradas, fuentes y barrancos que van a dar al Torete.
 
 

En un abrigo cerca de la Fuente del Agua Mayor descubrí una pintura rupestre con una figurilla humana borrosa que no se interpretar.

No he encontrado ninguna referencia bibliográfica, como viene siendo habitual en cualquier yacimiento arqueológico que se encuentre fuera del radio de influencia de la capital provincial, que por extraño que parezca, en esta provincia no coincide con la provincia.

 
No encontré la sima ni la fuente de la Sima, aunque deben de estar muy cerca, pero me parece que el hallazgo compensó el pequeño fracaso. Pienso volver otro día para seguir buscando.


Por aquí tambien están las Fuentes de Domingo y del Pozuelo, las Tainas de La Pila y un inquietante Vallejo de los Negros. Por aqui debe de estar tambien la cueva donde vivío el Tio Botas con su burro.

Y ya que estamos metidos en las rutas por el Torete, los amigos de Bordecorex nos invitan un año más a recorrer el tramo de rio entre Caltojar y Villasayas. Será la cuarta ocasión en que se celebre este encuentro, el sábado santo, día 7 de abril.
 
Se sale a las ocho de la mañana de la plaza de Caltojar, tras el desayuno y recogida de camiseta, y se pasa por Bordecorex y Fuentegelmes, para llegar a comer a Villasayas.
 
Los interesados en hacer el recorrido se pueden apuntar en cualquiera de los cuatro pueblos del recorrido o mandando un email a esta dirección: senda@bordecorex.es.

 



Colaboración de © Axinio

La fuente Marmoril

Encontramos la Fuente Marmoril  en el camino que sube al Llano de Caltojar, a 500 metros del otro que viene de Casillas y sigue por la carretera de Bordecoréx.
 
Es un manantial cristalino de muy buenas aguas, que la gente consume habitualmente, por lo menos desde la epoca de los romanos, que fueron los que construyeron una calzada a pocos metros.
 
En este paraje apareció en 2010 una piedra con un rebaje cóncavo, de clara función conductora de agua, que además tiene en su extremo restos de cerámica vidriada de color verde, muy usada por los pueblos árabes que construyeron las dos atalayas cercanas y dieron nombre a dos pueblos que hemos citado más arriba y probablemente a la misma fuente.
No se olviden de que el último sábado de agosto (día 27) será la décima ruta de las Atalayas y que esperamos que este año se anime mucha más gente a hacer a pie el recorrido entre Bordecoréx y Rello, pasando por las atalayas de La Ojaraca (en lamentable estado de abandono por los responsable del Patrimonio y de la Cultura) la Veruela y Torre Tiñón. Mas información pinchando en el cartel:
Colaboración de © Axinio

Jueves lardero

 
Cerca del camino de Bordecorex a Barahona y de los restos de la atalaya musulmana de La Torre, cerca también de la Cañada Real Soriana, por donde se juntan los términos de Bordecorex, Fuentegelmes, Barahona y Rello, hay un curioso mojón que creemos haber visto citado en el libro de Guillermo García Pérez sobre las Rutas del Cid.
 
Estos llanos por donde caminamos se encuentran a más de mil metros de altitud. 
Asentado sobre un pequeño montículo, la parte visible mide alrededor del 1,40 y tiene una cruz grabada en la parte superior. ¿podría tratarse de un viejo miliario?
texto y fotos: Axinio

La Cueva de la Reina Mora

La Cueva de la Reina Mora y la del Cerro de Las Arribas se encuentran una frente a otra en el confín de los términos de Abanco y Sauquillo de Paredes, arroyo de la Peña de por medio, a una altitud de 1.260 y 1.250 metros.

El nombre de la primera es evocador de leyendas propias del solsticio de verano, en las que una princesa aparece fugazmente en el amanecer de la noche de San Juan, peinándose sus largos cabellos. Los afortunados espectadores, que habrían pasado la noche en la cueva de Abanco, encendiendo hogueras, bailando y bebiendo cerveza e hidromiel, tendrán grabado en sus retinas el espectáculo único e irrepetible, hasta el próximo solsticio.

Estas dos cuevas fueron estudiadas en 1912, descubriéndose restos de enterramientos de la Edad del Cobre, muchos fragmentos de cerámica y un hacha de aquel metal. Otra cueva más hay en el paraje cercano de Valdeabejas, un asentamiento de la 1ª Edad del hierro, situado en un cerro a 1.244 m. de altitud, que ocupaba una hectarea de terreno, y que fue explorada por el padre Saturio González.

 

Para llegar hasta las cuevas hay que coger el camino rural de Abanco a Sauquillo, hasta donde se juntan los dos términos. Una vez allí, se puede visitar la atalaya de Abanco, o llegar hasta El Hocino, donde se encuentra el Mojoncillo y diferentes construcciones pastoriles. Todo ello a una altitud media de 1250 m. que proporcionan unas vistas extraordinarias.

Se informa del hallazgo de las cuevas en dos artículos fechados el 26 de octubre y el 12 de diciembre de 1912 en El Avisador Numantino. Las fotos son de Axinio.

Villaseca

Villaseca es el otro despoblado de Arenillas, de engañoso nombre puesto que nunca fue villa ni tampoco parece que estuviera escasa de agua. En el radio de unos cientos de metros de lo poco que queda del pueblo, se localizan al menos cinco manantiales: La Fuente del Cuerno, La Fuente del Tello, La Fuente Albina, la Fuente del Caballero y la Fuente Madrueña.

Las abundantes y extensas ruinas, de las que hablaba Gonzalo Martinez, se han visto tan reducidas por los continuos roturados, que los restos son mínimos. Quedan unos paredones de la que fuera iglesia del pueblo, dedicada a San Vicente, y que aunque se ve desde la carretera, todavía no ha sido "descubierta" por los intrépidos aventureros de Soria románica. Es de suponer que la iglesia, convertida en ermita, congregara en romería a los pueblos vecinos de Arenillas, La Riba y Bañuelos, aunque ni el Catastro de la Ensenada ni el diccionario de Madoz hacen mención del asunto. Los corrales de San Vicente, cercanos al despoblado tambien recuerdan al patrono.

Por su cercanía a la Cañada Galiana, siempre fue pueblo dedicado a la ganadería. Estuvo poblado desde la reconquista hasta el siglo XVI, como el vecino Tejarejo. Su término, se dice equivocadamente el el Madoz, fue repartido entre Arenillas y Cabreriza. Seguramente confundieron Cabreriza con La Riba

 

 

Tajarejo

Tajarejo

 

Despoblado en el término de Arenillas, unos tres kilómetros al suroeste de  la población en el camino que sale de esta, un kilómetro antes de alcanzar el confín de  los términos de Arenillas, Bañuelos y Lumías, en la confluencia de los arroyos de La Covacha y de Valderrodrigo con el Arroyo Parado, que abre un pequeño tajo alrededor de los Cerros de las Cabezuelas, posible origen del topónimo.

Es conocido también este despoblado como El Tejarejo, y el nombre tendría su razón de ser por la abundancia de restos cerámicos en los alrededores. En los mapas aparece el paraje con el nombre de El Tesarejo, junto a unas modernas naves.

 

Este lugar fue habitado desde la época rupestre hasta  el siglo XVI. Gonzalo Martínez dice que ya estaba despoblado en 1594. Se encuentran en la zona pequeñas cuevas, en lo que probablemente fue un poblado rupestre, que han sido aprovechadas por el hombre hasta hace bien poco. En una de ellas se conservan interesantes pinturas rupestres.

Jesús Avila Granados en su libro El Sur de Soria habla de la existencia en la zona de una villa romana. Debe existir alguna documentación sobre este despoblado en los archivos de la casa de Frías, pues perteneció al Marquesado de Berlanga.

El castillejo de Lumías

El castillejo de Lumías se encontraba en el Cerro de La Celada,  al norte del pueblo, en la cota 1.173, al pie del cual y junto al camino de Alaló encontramos una Fuente de Los Moros, donde nace el Arroyo del mismo nombre.

Son pocos los restos y escasa la bibliografía, por lo que ha no ha sido incluido en algunos estudios recientes sobre la intrincada red de atalayas y torres de la epoca califal en el sur de Soria; sin embargo la extensión de las ruinas y lo estratégico de su situación, nos permite asegurar que no se trataba de una simple torre de señales sino más bien de un pequeño castillo con capacidad para albergar una mediana guarnición, quizás la de Almanzor en preparación de las razias que perpetró por la frontera cristiana.

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© Axinio Valeranicus MMIX

SANTA MARIA

En el paraje conocido como Santamaría, en el término de Caltojar, dice la tradición oral que hubo un pueblo antiquísimo, que ocupaba ambos lados del río Torete y de la calzada que unía Uxama con Ocilis. El paraje,  el cerro y la vieja ermita de la que todavía se guarda recuerdo, conservan ese nombre, que es muy probable que haya eclipsado al verdadero del pueblo, si es que lo hubo, como sucedió en otros lugares abandonados que perdieron su nombre y adoptaron el de la ermita que les sobrevivió.

La calzada citada, de la que se ocupó Guillermo García Pérez en uno de sus libros, seguiría el mismo camino que Almanzor, es decir, Berlanga por la calle que baja a la dehesa, tradicionalmente conocida como La Calzada; continuaría por los antiguos itinerarios mas o menos paralelos a la actual carretera, atravesando Ciruela y Casillas, hasta Caltojar, donde un ramal continuaba hasta Sigüenza y otro a Medinaceli, por Baraona, Romanillos, Yelo y Miño. Todavía en algunos tramos es posible ver parte del empedrado original.

Hace tiempo descubrí junto al camino  de Bordecorex una piedra labrada, que por su parecido con las encontradas en la necrópolis de Baelo Claudia, en Cádiz, supuse que podría ser una estela romana. Hace pocos días volví a pasar por allí y la piedra se había convertido en un poyo para descansar; una muestra más del espíritu práctico de nuestras gentes, casi siempre por encima de cualquier otra consideración artística o espiritual.

Gracias a esta piedra descontextualizada, descubrí la existencia de ese pueblo desaparecido de Santa María; oi mencionar la ermita y la maldición de una franja de tierra donde todo lo que se siembra no acaba de dar los frutos esperados, como si algo por debajo se lo impidiera; supe que el arado había sacado a la luz otras dos piedras trabajadas que hasta hace poco estuvieron también al borde del camino, pero que han desaparecido. Lamentablemente poco más se puede conocer de la memoria huidiza de los hombres; habrá que esperar a que el arado nos aclare alguna cosa.

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© Axinio Valeranicus MMVIII

Más piedras que hablan

Las piedras nos hablan y nos cuentan historias. Como este pequeño trozo de piedra nos cuenta una historia del Coborrón "el gran lagarto dormido".
Ésta es la parte superior de un molino de mano. Tendría unos 40 cm de diámetro y un agujero en el centro por el que se echaba el grano, de unos 8 o 10 cm de diámetro, su parte superior es convexa y la inferior plana, en el centro tiene un grosor de unos 8 cm disminuyendo hacia el exterior.
El Gran Lagarto nos habla pero parece que nadie lo quiere escuchar.

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© Axinio Valeranicus MMVIII

El Valle de la fertilidad


Los celtas adoraban las piedras, los montes, las cuevas, las fuentes, las aguas, los árboles... De los antiguos cultos a las aguas fecundadoras, creadoras, prolíficas, salutíferas y sanadoras, nos han quedado miles de indicios como los santuarios colocados junto a  un manantial, canciones, leyendas y tradiciones. 
 
La naturaleza es un hermoso templo cambiante.  
A este lugar que nos había pasado desapercibido, y que acabamos de bautizar como santuario rupestre del Chorrón,  se llega sin mucho esfuerzo partiendo de Paones donde dejaremos el coche. Una vez subida la cuesta de Espioja, nos desviamos por un camino que sale a la izquierda, que se dirige a un monte de carrascas; seguimos este camino y nos desviamos por el segundo camino que sale a la izquierda. Tras quinientos metros de marcha habremos llegado.
Las coordenadas son -Lat 41º 25’13.8’’N.-  Long. 2º 52’4.32’’W
Por el camino nos encontraremos con una fuente que mana debajo de una piedra. Esta zona debio ser muy abundante en agua. El nombre lo delata
  
La piedra que parece un pedestal es de una sola pieza y se siente un escalofrío al presentir la mano del hombre y al contemplarla al lado de aquella otra con forma de gran falo que los de Paones llaman La Peña del Huevo. Susurros de viejas hidrolatrías y litolatrías se sienten sin querer al llegar a este lugar; una sorpresa más, de las muchas que esta tierra depara a los visitantes curiosos y a los buscadores incansables.
  
Sería interesante un estudio exhaustivo del paraje por parte de alguien experto, ya que aunque nuestra  imaginación sea un instrumento poderoso, no nos permite determinar si, aparte de las piedras de las fotos, hay alguna otra estructura de habitat o algún resto material que pudieran aclarar su posible datación o significado. Son pocas las certezas, pero el lugar merece una visita. Las fotos hablan por si solas.
 
Texto y fotos:   © Axinio MMVIII

ALCONEZA

Al sureste de Berlanga, sobre las fuentes que formaban la vertiente de La Barga, lugar otrora abundante en agua, pero que ahora tiene secas la mayoría de sus fuentes. Nada cierto se sabe del momento y causa de su despoblación ,que debió producirse hacia el siglo XVI. Su nombre proviene del mozárabe Al-kunaisa, pequeña iglesia o iglesuela, lo que indica que tuvo población cristiana antes que otros asentamientos de la zona.

Pertenece al municipio de Berlanga, formando un coto redondo, rodeado por los términos de Paones, Cabreriza, Arenillas, La Riba y Caltojar. Dista de Berlanga dos leguas, por el camino de los Cordeles, cruzando los términos de Ciruela y Casillas.
En lo eclesiástico, su parroquia era anexa de la de Cabreriza, ambas dentro de los límites del obispado de Sigüenza, que cobraba su parte en los aprovechamientos del monte. En Cabreriza, se reunieron los secretarios del Marques de la Ensenada con representantes del pueblo para responder a las preguntas del Catastro, un día 18 de setiembre de 1751.

Hay una ejecutoria de la Chancilleria de Valladolid a favor del Concejo de Berlanga  en el pleito con Bernardino Fernandez de Velasco, sexto duque de Frías, séptimo condestable hereditario del reino de Castilla y cuarto marqués de Berlanga  (1609-1652), sobre la posesión del término y monte de Alconeza. Seguramente en los documentos aportados al pleito por ambas partes, se pueda conocer algo más de la historia de Alconeza. 

Del pueblo, solo quedan en pie las ruinas de la iglesia, y cerca de ésta los escombros de un edificio sin identificar.
En el monte, quedan las ruinas de la casa del guarda, que costeaba el Concejo de Berlanga.
Cuentan los pastores de la zona que, en uno de los corrales cercanos al despoblado, se oía ruido de agua subterranea, que era más fuerte los días de tormenta.

 

 

Publicado por:  © Axinio MMVIII

La Torre de MORALES

Nueva parada en una fortificación, ignorada por la mayor parte de la bibliografía cuando no confundida con la de Vadorrey, también en el término de Morales, pero con muchos menos restos visibles.

El aparejo de la torre es tipicamente árabe y su planta cuadrada denota que no se trataba de una simple atalaya de señales. Se menciona en La Historia Silense, un castillo en el que las tropas de Fernando I se detuvieron en 1060, tras el ataque a la alcazaba de Gormaz y antes de avanzar sobre la de Berlanga.

Este Cerro de la Torre o de la Muela, se encuentra al sureste del pueblo de Morales, y está dividido en dos partes por un pequeño collado. En la parte oriental se encuentra la torre y en la occidental un amplio recinto que parece un castillo natural con capacidad para albergar todo un ejercito. Queda claro que fue un lugar estratégico importante; cerca de Gormaz, pero al otro lado del Duero. Hoy, entre los enebros solo se ven restos de construcciones seguramente relacionadas con el pastoreo.

Junto al camino que va del Puente Monroy a Morales, y al pie del Cerro, nos encontramos esta fuente de piedra que fue revestida de cemento en 1932. Las sucesivas sequías también la han secado. El agua que se ve es de las últimas lluvias primaverales, que han dado al campo un colorido espectacular.

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© Axinio Valeranicus MMVIII

LAS ATALAYAS

 

Hay un paraje con este nombre situado al sureste de Berlanga,  al que se accede por el antiguo camino que sale a la izquierda nada más pasar La Talanquera; y en él, como su nombre indica, hubo varias atalayas.

 

Una es fácilmente identificable; se encuentra en la cima de un cerro de forma cónica, donde se aprecian los cimientos y escombros de una atalaya de forma circular de unos 6 metros de diámetro exterior. Al pie de éste cerro en dirección sur, se aprecia lo que pudo ser otra atalaya, y todo el conjunto rodeado de una muralla, dando la impresión de ser un pequeño enclave fortificado.

Este paraje de Berlanga siempre ha llamado mi atención, sobre todo el cerro de forma cónica, con los grandes bloques de piedra colocados de tal manera que parece un faro siempre visible en la lejanía.

También porque en sus alrededores se han encontrado piezas de piedra pulimentada del periodo neolítico, lo que la gente mayor conoce como "rayos", y porque es en esta zona donde dicen que se encuentra la entrada de la mítica Sima del Coborrón.

Confiamos en que alguna vez se haga un estudio exhaustivo de las atalayas de esta parte de Castilla, ya que los realizados hasta la fecha pasan por alto, no solo estas de las que no quedan más que tristes restos, sino algunas otras mejor tratadas por el tiempo. En este video, Peridis explica la función de las atalayas, acompañado por algún viejo conocido. (Pinchar en el enlace  de Youtube)

 

 

En Berlanga, ya mencionamos la de Los Cordeles; hay otra en el mismo pueblo de Paones, embutida entre las casas, y un cerro llamado La Atalaya, 800 metros al SE; otra en Abanco, a la que adosaron un vértice geodésico; unos 1.200 metros al S.W. de Ciruela hay un paraje llamado La Torrecilla; otra en el Cerro de la Torre de Morales; la del cerro de Vadorrey; en Bayubas de Abajo, la Taina de la Hoz; en Aguilera, la del Cabezo y los enigmáticos restos del Cerro de Las Cabezuelas; en Fuentetovar la del cerro de Torremocha; en Caltojar La Veruela y La Ojaraca, más el recuerdo de La Corona; en Bordecorex la Torremocha y posiblemente otra en el cerro sobre el que se asienta el pueblo, de nombre Alto Lutero; tres en Barcones que se llaman Valdelatorre, San Jorge y La Muela; La Torre del Melero en La Riba y un cerro de La Torrecilla, 2.000 metros al S.W.; el castillejo de Lumías, y en Rello la Torre del Tinón. Es más que probable que para completar el trazado de comunicaciones, hubiera tambien torres de señales en Casillas y en Alaló

 

 

 

 

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AGUILERA (2)

AGUILERA (2)

A continuación expongo una serie de conjeturas y preguntas, ante un nuevo descubrimiento en un cerro al que creo que llaman Las Cabezuelas, de unos 1.000 metros de altitud. El lugar se halla equidistante de Berlanga y Aguilera, en la misma divisoria de términos, cerca del paraje de La Fuente del Lobo.

Circundando el cerro, casi hasta la cima, se ven cimientos separados cuatro metros unos de otros delimitando una especie de calles. Entre estos anillos se ven restos de pequeñas edificaciones con sus paredes caidas. En la parte en la que se han plantado pinos los cimientos no se han conservado, no  asi en la zona de enebros, donde se distinguen perfectamente. Los que hay más cerca del cam¡no se aprovecharon para construir alguna taina porque se ven muchos fragmentos de teja. El camino actual pasa por encima de los cimientos por lo que debe de ser de construcción relativamente reciente, quizás para que los vecinos de Aguilera llegasen hasta sus fincas.

Hay una zanja cuadrada de unos 60 centímetros de lado, tapada por piedras que se adaptan perfectamente; cruza una pared y continúa debajo de un enebro; parece que está hueca.

Mi opinión personal es que estamos ante un nuevo castro y otra vez sin documentar ni catalogar, circunstancia esta que delata a las claras la dificultad  de conservar valiosos documentos del pasado, que se encuentran en el más precario de los abandonos, a merced de cualquier arbitrariedad. Llamo la atención desde aquí a los Ayuntamientos de Berlanga y Bayubas de Abajo, para que pongan los medios que estén en su mano para el estudio y catalogación de este yacimiento "sensible".

Hay otra posibilidad y es que en este lugar se encontrase el despoblado de Talegones, que Gonzalo Martínez Díez no supo localizar, en su estudio de la Comunidad de Villa y Tierra de Berlanga. Un argumento de peso sería la fertilidad de los terrenos contiguos al rio.

O incluso que en este cerro estuviese el famoso castillo de Aguilera, que citan algunos autores y documentos antiguos. O el oppidum que atacó Fernando I en el año 1060, después de Gormaz y Vadorrey (a solo tres kilometros) y antes de Berlanga. La interpretación de algunos autores basandose en el Silense de que este oppidum estaba en el cerro de la Torre de Morales, podría perder validez si se demostrara que aqui había una fortificación de mas entidad. No tendría mucho sentido que se atacase una simple torre de vigilancia.

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© Axinio Valeranicus MMVIII

AREVACOS

 

Se dice en una guía turística del Ayuntamiento de Almazán que "la zona durante la epoca celtíbera conoce un poblamiento claramente definido, formado por minúsculas aldeas o asentamientos de caracter defensivo, distribuidos en función del cultivo de las zonas fértiles o defensa del territorio." y continúa diciendo que "a partir de la pacificacion de la zona se produce un importante desarrollo economico en la agricultura que dio lugar a una reordenación de los poblamientos".

Con este presupuesto y la observación detallada del terreno en el que nos movemos, mi opinión es que había en Berlanga varios asentamientos arevacos,  con poblaciones reducidas y que ocuparían los cerros con facil acceso al agua y tierras fertiles. Estos cerros serian:

  1.- El del Castillo, donde se han dejado al descubierto varias viviendas circulares. La necrópolis que hay junto a ellas es medieval y fue objeto de un estudio arqueológico que pasó por alto las viviendas.

  2.-El de las Tres Cruces,  con señales claras sobre todo la del camino de ronda, pegado al precipicio, y también la de la trinchera, cuyo uso desconocemos por el momento.

 3.-El de Los Angostillos, donde están los enigmáticos circulos líticos y seguro que muchas cosas más esperando que alguién las rescate.

 4.-El de La Canteruela, donde se aprecian construcciones y un pozo rectangular que se decía que lo habían hecho para buscar cinabrio. Popularmente se cree que es una mina y esa creencia ha permanecido en el topónimo.

 5.- El de La Peñona,  a la derecha del cruce de Hortezuela a la Estacion, aunque esa parte se llama El Trasperal. Aqui se ven unas paredes desconcertantes. El hecho de que cerca haya un paraje llamado Haza del Moro me parece una señal de algún tipo de asentamiento.

 6.-El del Coborrón, que hemos tratado en la entrada anterior, donde junto a la cruz desaparecida, de la que se ha conservado memoria, se ven las huellas claras de una muralla y aparecen en superficie fragmentos de cerámica. Aqui los indicios de excavaciones son palpables, pero no tenemos noticia de sus resultados ni de quien las hizo.

 7.- El de Los Valles, donde se encuentra la parte inferior de una vivienda excavada en la roca, en la que se aprecia la puerta, las ventanas y dos habitaciones separadas. Alguien la destapó hace mucho tiempo,  alli esta el escombro que lo demuestra. Tambien aparecen fragmentos de ceramica por toda la zona, y aunque todavía queda algún cerro más, nos vamos a detener un poco en este, para no cansar.

 

 

La vivienda descubierta y seguramente algunas más que estarán a su lado, en lo que ahora son campos de labor, están en la cima del cerro donde se encuentra el corral de Los Valles, junto al camino de Arenillas. Hay dos fuentes cerca, la de Lavacoños y otra en el barranco Valcurtido, que no se como se llama; un poco mas lejos está la del Convento. La atalaya de Los Cordeles se encuentra  a un kilómetro escaso.

 

 

 Es de forma circular, excavada en la roca, con una rampa de entrada.  Se aparecia el inicio del  hueco de dos ventanas. Seria la mitad de la vivienda,  la otra mitad se situaria por encima del suelo. A su lado está el escombro de cuando la destaparon que tuvo que ser hace mucho, pues algunas personas mayores siempre la han conocido así, y la llaman "La Mina". Está al borde de una tierra de labor, por lo que las piedras que aparecen al labrar acaban en el montón de escombros.

Cerca de alli hay un paraje de La Torrecilla, entre el convento y Ciruela.

 

(       Colaboración de Axinio      )   

 

Los visitantes curiosos se habrán dado cuenta de que además de la de Blas Taracena, hay una carta arqueológica de Soria, escrita por Fernando Morales Hernández y supervisada por Carlos de la Casa y Alfredo Jiménez. El título resulta engañoso ya que La zona estudiada en esta Carta  está  delimitada por las cumbres de las sierras de Tabanera, Alba y Almuerzo, al Norte. San Marcos, Santa Ana y serrezuelas de Fuensaúco, Fuentetecha y Omeñaca, por el Sur. Pico Frentes y Carcaña, por el Oeste. Los restos arqueológicos de cuarenta y seis localidades, incluyendo la capital, han sido estudiados. De manera que de la Sierra de Santa Ana para abajo nada de nada, y de allí a Los Valles quedan unas cuantas cartas arqueológicas de por medio. Nos parece vergonzoso que a la hora de realizar estos estudios y de publicarlos se ningunee a tres cuartas partes de la provincia, saltándose a la torera lugares que con solo el nombre pregonan a los cuatro vientos su riqueza arqueológica: Castro, Miño, ¿no es bastante? Parece que no. Que vengan por aqui y se enteren de que esto no fue tierra de nadie. O que le cambien el nombre a la publicación porque no responde a su contenido. 

 

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© Axinio Valeranicus MMVIII

EL CASTRO DEL COBORRÓN

 

Además de la Cruz del Coborrón y de las Tres Cruces, había otras a las que también se subía para bendecir los campos. Hubo una en Las Atalayas, otra en Mirabueno (cruce de Almazan - Soria, encima de La Fuente Ortova),  y otra en El Rebollar (carretera de la Estación a la izquierda). Puede que todavía hubiera alguna más.

La cruz del Coborrón estaba en la cima del cerro, enfrente del castillo. La forma más facil de acceder es por el antiguo camino que subía al palomar que hay enfrente de Las Tres Cuevas.  Se aprecia en el centro un escombro de 20 metros de diámetro, rodeado por una muralla que podia tener unos 2 m de ancho, a unos 75-100 m dependiendo del lugar. También hay otros escombros más pequeños. 

Se encuentran pequeños hoyos de 30 x 30 cms. hechos hace poco tiempo, algunos vueltos a tapar con las mismas piedras. Junto a uno encontré un trozo de cerámica llena de cal, lo que demuestra que estuvo enterrado y la cal seria de las piedras que la tapaban, tiene una decoración parecida a la de época romana y el grosor es de 4mm escasos.


A vueltas con los romanos , se me ha ocurrido una pregunta que seguro que al del Burgo le gustará. Me pregunto porque los romanos construyeron un puente como el de Andaluz en un camino que no tenia ninguna importancia segun los expertos en el tema, además teniendo tan cerca el vado de Centenera, que se ha utilizado de manera regular hasta hace poco, y otro que hay en la Rozuela que usaban los resineros para cruzar al Pinarejo
Hacer una obra así para tan poco no tiene sentido, y más  siendo el unico puente romano en el Duero en muchos kilómetros.

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© Axinio Valeranicus MMVIII

UN VIAJE A LA PREHISTORIA

Salimos  por la carretera de Paones, pasamos el pueblo y nos desviamos a la derecha en dirección a Brías. Nada más subir la primera cuesta nos desviamos a la derecha por un camino, donde podemos dejar el coche. Ahí empieza nuestro viaje.

Bajamos por el camino que lleva al arroyo del Pradejón, y caminamos entre riscos por la senda que discurre por su cauce seco. Por el camino nos encontramos con las piedras que servian de paso al arroyo cuando en otros tiempos el agua discurría casi constante por su cauce. Según vamos avanzando, los riscos se hacen más altos y los enebros y sabinas se hacen más numerosas. Más adelante, a la izquierda, a media ladera hay una pequeña cueva cubierta de excrementos tan endurecidos por el tiempo que parecen rocas.

  • Cueva del Ojo

 Un poco más abajo, se encuentra la Cueva del Ojo. El Ojo es un agujero redondo de unos dos metros de diámetro que el agua del arroyo hizo en un tolmo que le cortaba el paso, y que da el nombre a la cueva que esta a su izquierda.

La cueva es pequeña y de poca altura, su entrada está rodeada de una pared de piedra, pero lo que le da importancia es un grabado rupestre que hay en la entrada, y que representa dos figuras humanas unidas .

Este lugar me lo enseñó mi abuelo, que no dejaba a los "moros" en paz, a él se lo enseño un pastor de Paones que era de su quinta, sus nombres seguramente figuraran escritos en las piedras, como los de otros que por alli han pasado, pero con más respeto que los que pusieron el suyo en el grabado rupestre, quiero creer que por ignorancia.

Alli, me contaba mi abuelo, los "moros" llevaban los niños que raptaban y les hacian mil perrerias, todavia hay dos monigotes que pintaron con la sangre de los pobrecillos.

  • ¿dólmen? 

Hace poco se ha realizado un estudio arqueológico de la cueva al que me gustaria tener acceso para ver a que conclusiones han llegado y si se dice algo de la curiosa formación de piedras que hay a la derecha del ojo, y que da la impresión de ser un dolmen. El tolmo tiene una rampa por la que es fácil subir, si no fuera por la zarzas que lo impiden.

Frente a la cueva, en lo alto de risco, hay restos de una pequeña construcción de forma circular, posiblemente un refugio de pastores.

Siguiendo el  el camino  veremos un abrigo protegido por una pared, quizá en algún sitio de estos halla pasado más de una noche el "tio Trabuco". El camino se va estrechando,  los enebros nos cortan el paso y tenemos que ir esquivándolos, para volver a ensancharse según nos acercamos al Talegones, donde acaba nuestro viaje, aunque todavía queda la vuelta.
La ruta es muy facil, apta para personas mayores y niños. Si no se quiere hacer la vuelta y se dispone de dos coches, unos pueden hacerla como la he descrito y otros al contrario, estos tendrían que dejar el coche en La Bonda, es decir saliendo de Berlanga se coge el primer camino a la derecha hasta el puente del Talegones, luego seguiríamos andando todo recto, hasta que a la izquierda encontremos un amplio cañon, el del arroyo del Pradejón por el que subiremos .  Toda la zona es un paisaje espectacular, con riscos y cañones, destacando la Buitrera y la senda Salinera que discurre pegada al talegones.

Publicado por:   A x i n i o

© Axinio Valeranicus MMVIII

Respuestas

Alminha de rio torto, potugal

Sobre el monumento del Empalme, hemos recibido del Druida Arenas una valiosa información complementada con esta foto de una alminha portuguesa que como vereis guarda gran parecido con nuestro monolito. Las alminhas o petos de animas se colocaban en los cruces de los caminos y en ellas se rezaba por las almas del purgatorio y por gente que había muerto en catástrofes, de manera violenta o inesperada y sin confesión. El origen de estos petos de animas lo ven algunos en los altares romanos dedicados a los Lares Viales, dioses a los que viandantes y viajeros pedían protección. Más información AQUI

Da mucha satisfacción recibir respuestas a tus preguntas, ir atando cabos para ampliar la visión de las cosas conocidas o desconocidas. Pedimos el debido respeto a las opiniones de los demás, requiriendo de todos los viandantes o viajeros que lleguen hasta este blog la aportación desinteresada de lo que sepan. El beneficio será bien compartido.

Sobre el enigma de los circulos de piedras, no hemos tenido la misma suerte. Nos gustaría mucho leer en la prensa provincial que el Señor De la Casa, arqueólogo, además de delegado de la Junta en nuestra provincia, ha encargado a un equipo de expertos el estudio in situ de las piedras y el posterior informe que será de dominio público. O que el presidente de la Diputación, para no ser menos, tambien encargará una comisión para el estudio de la trinchera del Quemarropas y de la atalaya de Los Cordeles, con vistas a su inclusión en la inminente carta arqueológica de la Tierra de Berlanga.

El vecino de Aceptando lo que venga, publica un interesante artículo sobre un circulo de piedras que hay en su pueblo, que este si que parece un crómlech de verdad.

La CUEVA CACO

El ciudadano Axinio me ha enviado más material y asi de primeras siento un poco de vértigo, no solo por el sitio de que se trata, sino porque no acabo de ver la manera de engarzar las piezas para que casen. Después de una visita a mi ilustre vecino de Tiermes, que, en su linea habitual, publica una entrada escalofriante, aprovecho la sacudida para empezar por algún sitio, ya que como dijo el clásico, empezar las cosas es tenerlas medio acabadas.

Subiremos a la Cueva de Caco, hijo de Vulcano, que aprovechando que Hércules dormía, robó unos chotos y se los llevó a su cueva. Cuando Hércules despertó y vió el panorama, se enfureció tanto que buscó al ladrón y lo estranguló. La leyenda ocurre en Grecia, pero quien nos dice que no la trasplantaron de otro lugar. A unos pasos de esta cueva hay un camino que bordea el precipicio y baja hasta la zona fertil del rio, si se puede llamar rio a ese leve flujo de detritus. Imaginemos un rio con abundante agua cristalina, cangrejos de los de aquí, anades, ranas, topos (de las nutrias no me acuerdo, pero también las hubo) y que desbordase la vida tambien hacia afuera: ajos, cebollas, verduras, hortalizas, frutales... La gente que vivió en estas alturas, y lo del camino parece confirmarlo, estaba protegida y tenía una salida al valle donde proveerse de comida y agua.

Después de conocer Matera, siempre pienso en esta ciudad cuando paso por aquí, ahora que ya no interrumpe tus pensamientos el graznido de los grajos, que tambien se han marchado solidarizados con los cangrejos y las nutrias. Aquella mañana de semana santa fue tambien una sacudida descubrir esos riscos tan parecidos a los nuestros, donde el hombre había aprovechado cualquier agujero en la roca para hacerse su casa desde el principio de los tiempos. Los berlangueses antiguos, que serían celtiberos o arevacos, pero que ya eran berlangueses aunque no lo supieran, no bajaron a las zonas llanas hasta que no estuvieron seguros de su integridad fisica, y cuando lo hicieron todavía necesitaron durante siglos un par de murallas con puertas que se cerraban y vigilaban manu militari. Estamos hablando de una época oscura en la que regía la ley del mas fuerte, y si robabas unos chotos te arriesgabas a que viniera un Hércules y te agarrara del gaznate sin juicio previo ni guardia civil que te librase del trance.

Pero hay mas leyendas por estos pagos; la del segador que volvía a casa, dió un mal paso y se agarró con la hoz en un saliente y allí se quedó el mango que todos veíamos de niños, camino de la Huerta de los Morales, o la de otro campesino al que el viento le voló la boina y el cuitado se abalanzó sobre ella por el precipicio, con tan buena fortuna que fue a caer sobre un muladar, salvándose de milagro.

En este cerro del Calvario o de Las Tres Cruces, hay otra cosa inquietante, una trinchera cortada en la roca, que sería mucho mas profunda sin todo el sedimento de basura y mulas muertas, de cuando los buitres gozaban todavía del sacrosanto derecho al alimento. A esta trinchera la llaman El Quemarropas. Trato de imaginar como vivían estos antepasados, y el nuevo depósito del agua me da un par de ideas. En la trinchera quizás se acumulara el agua del cielo para épocas de peligro inminente, y ya que el depósito me parece un enorme toro muerto con las banderillas que serían esas antenas que crecen como setas, tambien imagino que la trinchera sirvió para guardar el ganado, o quizás los hombres y el ganado, que no estaba la cosa para muchos miramientos. Tambien nuestro señor Jesucrristo se calentó con una mula y un buey, y por aquí hace más frio que en Palestina.

En Matera y no en Palestina grabó Mel Gibson "La pasión" y sin duda lo mejor de la película era el decorado. En este artículo la pasión y las fotos son de Axinio © Axinio Valeranicus MMVIII; el decorado mío.

 

Círculos líticos

En el paraje de Los Angostillos encontramos estas curiosas formaciones circulares de piedras, que creemos que no están catalogadas ni estudiadas en ninguna carta arqueológica y que desde mi modesta opinión tendrían que ser motivo de algún tipo de estudio por parte de los organismos patrimoniales de la Diputación y la Junta. Hay indicios de hasta una docena de círculos.

Estas construcciones son muy corrientes en todo el mundo celta e incluso se han encontrado en las culturas precolombinas. Las piedras de Stonehenge serían el ejemplo mas vistoso de círculos líticos. Mucho más cerca, en Galicia, se han estudiado una docena de ellos, algunos con seis mil años de antiguedad y todos de mayor diametro que las que se pueden ver en el paraje berlangués. En todos los casos se encuentran cerca de algun otro monumento prehistorico. Sobre su utilidad o funcion hay varias teorías que los relacionan con la ganadería o con rituales astronomicos. Todo lo que se diga, desgraciadamente, no puede darnos una idea de lo que pensaban y sentían las personas que los hicieron.

Han llegado al siglo XXI; están a la intemperie. Es mucha suerte porque hace poco se cargaron uno de estos círculos líticos en Mourela, parroquia de As Pontes de García Rodriguez, para construir una autovía. Allí había estudios y con los medios de datación habían determinado que era del 4000 antes de Cristo. Eran nuestros antepasados los que pusieron esas piedras y por respeto a su memoria, allí deben seguir.

Un saludo

Publicado por  AXINIO                                                                                                                                                                             

© Axinio Valeranicus MMVIII