Blogia

De la parte Berlanga

Habla Fray Tomás

Poca suerte hemos tenido los dos sorianos que descollamos en el siglo de los grandes viajes en las cosas de América. Los escritores e historiadores que narran el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo nos tomaron a beneficio de inventario. De mi ilustre paisano López de Gómara, que escribió La conquista de México con los bríos de un guerrero celtíbero, sus primeros biógrafos nos dicen que había nacido en Sevilla. A mi, que descubrí las Islas de Los Galápagos, establecí con otros religiosos la primera misión en la isla Española y fui el arbitro en las discordias entre Pizarro y Almagro, en Perú, poco menos que se me silencia.Para borrar de una vez el dicho popular "nunca la gente de Soria hizo gran bulto en la Historia" me veo obligado a dar a conocer el lugar de mi nacimiento, mi obra colonizadora en América y las misiones de confianza que realicé.

Nací en Berlanga de Duero al final del siglo XV. Berlanga es una de las villas monumentales y bellas de Castilla en la Ribera del Duero. Su famoso castillo donde se alojaron las hijas del Cid después del vil trato que les dieron sus esposos los infantes de Carrión, en el Robledo del Corpes; su esplendida Colegiata gótica, una de las iglesias mas bellas de España, su rollo gótico del siglo XIV y su Plaza Mayor rodeada de típicos soportales, le prestan excelencia y señorío tradicional de incitantes atracciones turísticas.
 
Mis padres fueron labradores ricos, de esos labradores que son la sal de España, de los que salió la Caballería castellana formada por el conde Fernán González y su hijo Garci Fernández, que se batió el cobre en el tablero de vanguardia de la Reconquista, y dio atmósfera de hidalguía a Castilla. Mi nombre de pila es Tomás Martínez y Gómez, y al tomar el hábito de religioso, adopté el de Berlanga, mi pueblo natal, como era costumbre en aquellos tiempos. Mi madre me enseñó las primeras letras y me educó en el santo temor de Dios y amor a la Virgen.El 10 de marzo de 1508, tomé el hábito de dominico en el convento de San Esteban, de Salamanca, en manos del subprior, Padre Benito de Santamaría.

Dieciocho años hacía que había sido descubierta América, cuando Fray Domingo de Mendoza de Loaysa, me seleccionó para formar el equipo de dominicos, que con él mismo fuimos a la isla Española o de Santo Domingo, a fundar una misión, de la que fui nombrado subprior. El viaje arriesgado y penoso fue realizado con el coraje ibérico que pusimos en nuestra empresa. Solo los hombres de pelo en pecho o iluminados por la fe éramos capaces en aquellas embarcaciones de atravesar el océano tenebroso. Con tal abnegación desarrollamos nuestros proyectos evangelizadores, basta decir que los tres primeros años de instalarnos en la misión dormíamos solamente algunas horas sentados en unas rusticas sillas de ramaje.

En 1518 el padre Mendoza de Loaysa volvió a España y luego asistió al capítulo general de los dominicos, celebrado en Roma. La misión de Santo Domingo fue nombrada Convento formal dominico, y a mi se me nombró prior del mismo. No lo digo por vanagloria pero en el nombramiento se hacían constar las prendas de mi austeridad religiosa, don de mando y brío personal.

En 1522 puse el hábito al famoso licenciado Bartolomé de las Casas, excelente varón que atravesó doce veces el mar océano y por real cédula se le dio el título de "Protector de Las Indias"

En 1528 fui nombrado primer vicario provincial de los conventos de dominicos de Indias. Fue entonces cuando me decidí a regresar a Europa para asistir al Capítulo General de la orden, logrando en 1530 se formase una provincia nueva de Indias con el título Santa Cruz de la Isla Española.

En España me encontraba cuando Melanchthon, discípulo de Lutero, presentaba su famosa confesión o credo de los protestantes en la Dieta de Augsburgo, lo cual me produjo enorme contrariedad, escisión religiosa que habría de causar tan hondos disgustos a nuestro ilustre Emperador y tanto daño a la Cristiandad.

A mi regreso a la isla de Santo Domingo, llevé conmigo cuarenta religiosos y luego me trasladé a Méjico con veinte de los mismos, donde permanecí tres meses hasta dejar en marcha la misión. Seguidamente gestioné del Papa Clemente VII la confirmación de una provincia de dominicos en Méjico.

En 1533 hice un viaje a Valladolid para exponer a nuestro amado Emperador las necesidades de la Isla Española. Mis informes fueron estudiados en la Corte con tal interés que se me nombró Obispo de Tierra Firme, llamada Castilla del oro, denominación que se daba a Panamá. Preconizado por el papa Clemente, se me autorizó para que, de acuerdo con el Monarca español, fundase una catedral con su cabildo, obra que empecé con gran empeño apenas tomé posesión del Obispado en 1534.

¡Dios! ¡Con qué regocijo los habitantes de mi pueblo celebraron mi nombramiento de obispo! Aquellos hombres buenos de Berlanga, incluso el censo judío, echaron las campanas al vuelo y me colmaron de homenajes. Se acababa de inaugurar su hermosa Colegiata gótica, de tres naves, que había costado 30.000 ducados a costa de los espléndidos marqueses Don Iñigo de Velasco y su esposa María de Tovar, quienes tuvieron para mi delicados parabienes y ofrendas piadosas.

En posesión de mi obispado, lo primero que hice fue hacer cumplir la legislación española de Indias: Prohibir que por ninguna razón de guerra, trueque, compra ni por otras causas, pudieran ser tenidos por esclavos los indios, aliviando la situación corporal y espiritual de aquellas gentes desdichadas. Establecí la paz con los caciques de los indios caribes, y logré reducirlos a la obediencia, excepto los más endurecidos en la pertinencia, que perecieron entre las sierras. Gestioné de los obispados de Avila y Salamanca que enviaran labradores casados a aquellas tierras, a los que se les dio pasaje franco, plantas, semillas, ganado, matalotaje gratuito, para que enseñaran a los indios a cultivar los campos.

Mi labor colonizadora al estilo castellano era tan estimada en la corte de Carlos V, que se me hizo el encargo real de trasladarme a Lima, a establecer la concordia entre Pizarro y Almagro. Mi ruta hasta Lima fue penosísima y así se lo escribí a nuestro Emperador en carta del 26 de abril de 1535. Pizarro me recibió con hosco semblante diciéndome si llegaba en plan de padrastro. Le presenté mis instrucciones reales, contenidas en 23 puntos y vino a buenas atendiendo con respeto a mi jerarquía. Pronto me di cuenta de que mis gestiones serían infructuosas. Pizarro y Almagro eran irreconciliables. Hice que se juraran amistad y he aquí. el texto que suscribieron:

"E suplicamos a su infinita bondad que cualquiera de nos que fuera en contrario de lo así convenido, con todo el rigor de la justicia, permita la perdición de su anima, fin y mal acabamiento de su vida, destrucción y perdimiento de su familia, honras y haciendas"

Sin embargo, tuve el presentimiento del desastroso fin en que acabaron sus discordias y me volví a mi obispado con mi alma transida de contrariedad. En este largo y sufrido viaje, el barco desvió su rumbo por el Océano Pacífico, y dimos por casualidad con las maravillosas Islas de Los Galápagos, que tanto darían que hablar, donde encontramos tortugas enormes, de hasta setecientos kilos, que producían al andar un castañeteo horripilante.

Mis escasos ratos de ocio, los dediqué a los estudios de historia natural, logrando formar ricas colecciones de animales y herbarios de Indias. Por cierto que envié a mi pueblo natal un enorme lagarto disecado, que se conserva todavía en la Colegiata como símbolo del catolicismo contra la serpiente de la idolatría. ¡Qué leyendas más pintorescas se han fraguado en la imaginación popular sobre el mismo!

Otro regalo que hice a mi pueblo fue la joya más estimada que tuve entre mis recuerdos piadosos. Una imagen de la Virgen del Rosario, llamada La Marinera. En uno de mis viajes a España, me embarqué en una flota que llevaba muchas riquezas. En medio del océano nos cogió una tormenta aterradora. El viento con sus rugidos fabulosos, infundió el natural pavor en la tripulación. Se me rogó que me vistiera de pontifical y suplicara del Todopoderoso nuestra salvación. Comencé mis suplicas. ¡Oh, maravilla desconcertante! Dios oyó mis oraciones y probó su divina clemencia. Se aplacó la tormenta y llegó a la embarcación una ola con una caja misteriosa. Nos apresuramos a abrirla y se produjo un resplandor deslumbrador. En medio del mismo se apareció la imagen de la virgen, con su rostro celestial, que nos había traído la misericordia. La llevé conmigo a Berlanga y la colocamos en el convento de Santo Domingo. Se que ahora se encuentra en Medina de Rioseco por haberse trasladado el mencionado convento a esta villa (concretamente en el retablo principal de la iglesia de San Pedro Martir o de Santo Domingo).

Cuando me vi agotado de energías y con mi salud quebrantada, hice lo que mi paisano López de Gómara: volver a mi pueblo a entregar mi alma a quien me la había dado. Fallecí el 7 de julio de 1551 y fui enterrado en la capilla del Crucificado en la Colegiata. Mis restos mortales fueron cubiertos con una losa negra junto a la tumba de mis padres.

Con mis modestos ahorros fundé una capellanía, señalándole 6.000 maravedíes de juro para su sostenimiento.Yo se que a los pueblos de Castilla les van mal los monumentos a los hombres notables. Aquí todos iguales, dicen los castellanos, en igualdad política, en igualdad personal; del Rey abajo, ninguno; al que levante la cabeza se le tuerce la cresta de una pedrada.

Pero en el Parque de La Alameda de Soria no estaría mal que los bustos de López de Gómara y el mío recordasen a los miles de turistas que visitan esta ciudad en verano, que también hay dos sorianos que hicieron algo de bulto en la Historia. Después de cuatro siglos no creo que despertemos la envidia de nadie para que con motivo de cualquier polvareda, algún remolino agresivo nos desnarigara. Claro que alguno echará por su boca cabezas de gato al leer semejante insinuación, pero lo escrito, escrito queda, por si alguna vez sopla viento favorable.

En cuanto a mi pueblo natal, ahí tengo al Conde de Berlanga, brillante escritor, autor teatral, guionista y director de cine, figura ilustre de la intelectualidad, y a Luís Berlanga, director de cine de fama mundial, y al cronista con quién dialogo que ha rememorado mi recuerdo; algo harán por mí. A Don Mariano Álvarez muchas gracias por sus atenciones. A cada uno lo suyo con austeridad castellana. “De bien nacidos es ser agradecidos”.

Manrique de Lara

Artículo aparecido en ABC el 9 de julio de 1960

Tenemos una página en Facebook, que recoge adhesiones a la causa para reclamar a las autoridades provinciales una estatua de Fray Tomás en la Diputación de Soria. Un detalle más, este olvido,  que evidencia la marginalidad a la que quieren condenar a Berlanga. Fray Tomás tiene méritos suficientes para estar entre las estatuas de la Diputación. Tiene muchos más méritos que la mayoría de los que están allí representados, por lo cual no nos parece cuestión baladí reclamar la representación que merecemos. Podéis entrar en la página pinchando aquí y uniros a la causa. Cuando tengamos unos centenares de adhesiones, enviaremos una carta al presidente de la Diputación. Muchas gracias

S.O.S. Andaluz

Ya lo habíamos avisado (AQUÍ) (y AQUI)

Noticia aparecida en el Diario de Soria del 16 de noviembre de 2010.

El Quintanar. Una villa romana en Bayubas

El yacimiento esta ubicado en una zona en pendiente, en el valle que forma el rio Bayubas, en el término de Bayubas de Abajo. El valle y una carretera limitan el yacimiento por el este. El limite norte viene determinado por una elevaciones rocosas denominadas los Castillejos. Considerando las pendientes inmediatas al río y el estrecho fondo del valle que apenas llega a los quinientos metros, dedicados al labrantío, el paisaje es dominado por el bosque natural y el de repoblación, con fines de explotación forestal. El río Bayubas desemboca en el Duero a escasos cinco kilómetros al sur.

Este yacimiento fue conocido en 1963, en el transcurso de prospecciones realizadas por Carmen García Merino; en aquel momento se pudieron dibujar varios muros, cuyos basamentos eran de opus incertum, y la parte superior de cal y canto en unos casos, y en otros completamente de piedra; conservándose algunas paredes hasta una altura de mas de un metro. Incluso se constata la existencia de una puerta enmarcada por sillares, que median un metro por setenta centímetros. La intervención arqueológica se realizó en dos zonas; en la primera se distinguen dos niveles de construcción, separados por un manto de cenizas, carbones, adobes quemados etc., que hacen pensar en un incendio o una destrucción intencionada de la villa. Para el primer nivel se da una cronología entre finales del siglo I y principios del III a través de la abundante cerámica indígena y algunos fragmentos de sigillata. Mientras que para el segundo nivel se indica una duración de finales del siglo III al V, con cerámica sigillata hispánica tardía, cerámica indígena de la segunda época, pasando por algunas imitaciones de productos galo-renanos e itálicos. Los únicos suelos constatados eran de opus signinum.

 El Quintanar. 1992

Lám. XXII. El Quintanar, 1992 (Bayubas de Abajo, Soria)

La prospección aérea ha deparado un buen número de alineamientos, que se dispersan por aproximadamente una hectárea. A la vista de los fotogramas se puede estimar que hay dos agrupamientos diferenciados: el que se encuentra en una zona mas elevada de la ladera, donde hay un número mayor de estos, algunos conformando posibles estancias cerradas de formas cuadradas y rectangulares. Aunque la visión es muy incompleta parece que estamos ante una edificación de gran regularidad en su planeamiento, e incluso simetría de al menos alguna de sus partes, como parece demostrarlo la visión de dos aparentes crujías que parecen de igual tamaño, separadas por un espacio vacío de alineamientos. Dentro de estas se aprecia en cada una, una estancia cuadrada de igual tamaño, y simétrica posición espacial.

Una veintena de metros por debajo de la primera edificación se llega a ver dos espacios cuadrados, de diferente tamaño, el mas pequeño sin divisiones interiores, y el mayor, dividido en tres compartimentos. La posición espacial de estas dos construcciones es similar y netamente diferente del agrupamiento situado un poco mas arriba, lo que nos induce a considerar que nos encontramos ante estructuras de edificación claramente diferenciadas.

En las prospecciones de los años sesenta se encontró un hacha de hierro, en paradero desconocido, y por la abundancia de carbon de carrasca, se dedujo que la villa estaba rodeada de monte. En el mismo término de Bayubas de Abajo hay indicios de otra villa romana en el paraje del Piojal. Muy cerca, en Aguilera, tambien se documenta una villa romana, como en Velamazán y Gormaz. Todas en un radio muy corto tuvieron sin duda alguna relación y seguramente también con la pequeña ciudad romana que ocupaba el terreno de la actual Berlanga.

 

El Quintanar. Fotointerpretación

Fig. 10. El Quintanar (Bayubas de Abajo, Soria). Fotointerpretación.

BIBLIOGRAFÍA

•  Garcia Merino, C. "Tres yacimientos de época romana inéditos en la provincia de Soria". BSAA, XXXIII, 1967, pp. 167-200.

•  Garcia Merino, C. "Población y poblamiento en Hispania Romana. El Conventus Cluniensis". Studia Romana I, Valladolid, 1975, pp. 306.

•  Gorges, J. G. "Les Villes Hispano-Romaines". París, 1979, pp. 397.

•  Caballero Zoreda, L. "Arqueología tardorromana y visigoda en la provincia de Soria". Actas I Symposium de Arqueología Soriana. Diputación de Soria, 1984, pp. 433-458.

•  Marine, M. "Las villas romanas en la provincia de Soria: Estado de la cuestión". Actas 2º Symposium de Arqueología Soriana, Soria, 1992, pp. 745-764.

•  Gómez Santa Cruz, J. "Aproximación al poblamiento rural Hispano-Romano en la provincia de Soria", Actas 2º Symposium Arqueología Soriana, Soria, 1992, pp. 937-956.

•  Ficha del Inventario Provincial. Servicio Territorial de Arqueología de Segovia de la Junta de Castilla.

FUENTE

Web de arqueología aérea, a cargo de Miguel Leandro Marcos Álamo

Seta gigante

 
Soria 8.
Una seta de 4,500 kilos, ha sido recogida en el termino municipal (sic) de Hortezuela, proximidades de Berlanga, por la vecina de aquella localidad Daniela López Soria. Es la de mayor peso cosechada esta temporada en la provincia.-CIFRA

Noticia aparecida en el periódico ABC del día 9 de noviembre de 1965

La invención de Castilla

 
Los años le dieron mucho de sí a Alfonso X. Los sesenta y dos y medio de vida y los casi treinta y dos de reinado. Hizo de todo, le pasó de todo. Tomó, como sobre él dijo el Papa Inocencio IV, «el signo de la cruz contra los sarracenos» y continuó las campañas de conquista militar de Al-Andalus. Afrontó una rebelión mudéjar y otra de sus propios nobles, y un descomunal lío sucesorio entre uno de sus hijos y algunos de sus nietos. Ordenó ajusticiar a su hermano Fadrique y quitó a su hermano Enrique los donadíos que le había dejado el padre de ambos, Fernando III. Repobló no sólo zonas del sur peninsular, sino también gallegas, asturianas y vascas. Intentó, sin éxito, ser emperador. Limitó mucho la autonomía de las ciudades. Legisló sobre las más variadas materias: la Mesta, los precios y los salarios, los pesos y las medidas… Creó nuevos impuestos, lanzó monedas nuevas, saneó la hacienda real. Autorizó la creación de nuevas ferias en veinticinco villas y ciudades. Celebró Cortes con gran frecuencia. Impulsó el uso del castellano, creó poesía en gallego. Fue un mecenas cultural, pero también un autor: escribió sobre las más variadas materias, desde el derecho y la historia hasta la astronomía, desde la medicina hasta el ajedrez o los dados…

Fue «un precedente de la modernidad», el rey que forja la España moderna, dice sobre Alfonso X el historiador Julio Valdeón. Y el que contribuye a la forja de la leyenda de Castilla, podría perfectamente añadirse: fue el último responsable de que toda una serie de invenciones y tergiversaciones sobre los orígenes de Castilla y sus mitos fundacionales entraran como hechos ciertos y contrastados en los libros de historia, en algunos casos hasta hoy mismo.

Desde finales del siglo XII y hasta mediados del siglo XIII, como hemos ido viendo a lo largo de este libro, un puñado de historiadores y de poetas se inventan una patria, una nación, que en realidad nunca había sido exactamente así. Crean una serie de mitos sobre los orígenes de Castilla y rodean de tintes legendarios falsos a algunos personajes reales del pasado. Se inventan las figuras de los jueces de Castilla. Presentan al pueblo castellano originario con un grado mayor de singularidad del que probablemente tuvo. Falsean la antigüedad de la independencia castellana, hasta el punto de que, de hacer caso a alguno de ellos, Castilla existiría como entidad política casi al mismo tiempo que la Asturias de don Pelayo. Nos cuentan la guerra que en los siglos X y XI se libraba contra los musulmanes como si fuera únicamente una guerra de religión, una cruzada, pese aque realmente no fue así hasta finales del siglo XII. A Fernán González, un dirigente político y militar que durante varios siglos después de muerto no fue considerado estelar, lo convierten los panegiristas castellanos en el padre de aquella patria soñada, en el líder carismático que sublima el afán de identidad y de libertad de todo un pueblo, y además lo hacen nieto de Nuño Rasura, uno de los inventados jueces de Castilla. Adjudican a Fernán González la creación del gran condado de Castilla, cuando verdaderamente se creó por iniciativa del rey leonés Ramiro II. Cuentan incluso que Fernán González venció en el campo de batalla al temible Almanzor, el principal caudillo militar del islam peninsular en toda la Edad Media, pese a que cuando Almanzor realizó su primera incursión de guerra en tierras castellanas el conde Fernán González llevaba ya nueve años muerto. Y, en fin, convierten al Cid, que en realidad fue un señor de la guerra lleno de claroscuros, en el ejemplo de la nobleza caballeresca, del vasallo leal, del hombre honrado, del buen cristiano, casi un santo. En la sublimación de todas las virtudes castellanas, en el héroe nacional por antonomasia, casi en un dios. En alguien capaz de pedir explicaciones al rey Alfonso sobre la muerte violenta del anterior rey, Sancho, y capaz también de ganar batallas después de muerto. Y en descendiente, por si todo fuera poco, del otro juez mítico, Laín Calvo.

Los creadores de esa Castilla mítica no fueron muchos, aunque de la mayoría de ellos se desconocen sus nombres. El edificio mítico castellano probablemente comenzaron a levantarlo los juglares del siglo XII y lo remataron los anónimos autores de los romances del XIV y el XV. Es muy posible que los primeros bebieran de los anónimos autores de los cantares de gesta, y especialmente del Cantar de Mío Cid. Pero tanto éstos como los posteriores pusieron ya en el edificio muchas piedras de su cosecha, muchos adornos de su invención: los autores, de nombre desconocido, de la Historia Roderici, del Liber Regum, de Linage de Rodrigo o de las Crónicas Navarras; el monje que escribe la Crónica Najerense; los obispos Lucas deTuy con su Chronicon Mundi y, sobre todo, Jiménez de Rada con su De Rebus Hispaniae; Gonzalo de Berceo y sus hagiografías en verso de distintos santos castellanos; el monje que trazó el Poema de Fernán González y el que hizo la Leyenda de Cardeña

¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué en muy pocos años, desde finales del siglo XII y hasta la mitad del XIII, un grupo disperso de autores reescribe la historia de Castilla? En resumen, por dos motivos muy simples: la política y el dinero. Las razones económicas son las que de modo prioritario mueven a quienes escriben en un monasterio. Berceo y el monje de San Pedro de Arlanza que crea el Poema de Fernán González, y el de San Pedro de Cardeña que pergeña la Leyenda de Cardeña para vincular su cenobio a la historia del Cid, tienen algo en común: hacen propaganda de sus respectivos monasterios, que han entrado en decadencia y necesitan nuevos estímulos que atraigan peregrinos y generen dinero. Pero a otro monje, el de la Crónica Najerense, probablemente no lo lleva a las invenciones el mismo motivo económico, sino otro político.

Navarra había desaparecido como reino independiente en 1076, tras el asesinato en el precipicio de Peñalén del rey Sancho Garcés IV. Una parte de la zona occidental se la quedó Alfonso VI de Castilla, y la mayoría del territorio y el propio trono fueron para el rey de Aragón, Sancho Ramírez. Unos años después, en 1134, tras la muerte sin descendencia de Alfonso I el Batallador, Navarra vuelve a ser independiente con un monarca de una nueva dinastía, García Ramírez el Restaurador. Pues bien: este rey era nieto del Cid, su madre era Cristina, una de las dos hijas de Rodrigo Díaz de Vivar. Quizás es ésta la razón por la que unos cuantos escritores navarros y riojanos (los de Crónica Najerense, Linage de Rodrigo, Crónicas Navarras y Liber Regum e incluso la Historia Roderici, que probablemente se escribió en Nájera) son los primeros que hablan de los primitivos jueces de Castilla y de que uno de ellos, Laín Calvo, era antepasado del Cid, y el otro, Nuño Rasura, era abuelo de Fernán González. Los navarros estaban dándole pedigrí y pasado histórico a su nueva dinastía, la del Restaurador, y trataban de exhibir un pasado glorioso lo más antiguo posible. Si la sangre del rey García Ramírez proviene, por vía del Cid, del juez castellano Laín Calvo, Navarra tiene tanta legitimidad histórica como Castilla, que desciende del otro juez, y mucha más que Aragón, que en aquellos tiempos remotos de los jueces castellanos ni siquiera existía. De ese modo, Navarra busca su propia supervivencia política: inventa argumentos para reforzar su independencia y su legitimidad frente a sus dos grandes vecinos peninsulares. Adorna el pasado castellano para, de ese modo, reivindicar su propio presente y asegurar su futuro.

En Castilla, las cosas son muy diferentes. A los creadores castellanos de los mitos les van a venir muy bien los avances en la invención que han promovido los navarros, pero los fines aquí son otros. En el siglo XIII, con la victoria en Las Navas de Tolosa de Alfonso VIII y las conquistas en el sur de Fernando III, Castilla era ya la potencia hegemónica peninsular, incluso una de las potencias europeas, pero su pasado no estaba a la altura de su presente. Los primeros héroes de la luego llamada reconquista eran asturianos, no castellanos. Asturias existía desde tres siglos antes que Castilla. León también había entrado en la historia más de un siglo antes. Hasta el reino original de Pamplona-Navarra podía presumir de un pasado más antiguo. “La consigna es clara: a Castilla, potencia hegemónica peninsular incuestionable, ha de corresponderle también un pasado no menos glorioso”, escribe el historiador F. Javier Peña Pérez, uno de los que más ha estudiado la creación y divulgación de los mitos fundacionales castellanos.

Peña Pérez habla de “la consigna” porque apunta que hubo un plan, que nada fue casual. Que a Fernando III no le habría gustado el Chronicon mundi, la historia escrita en 1236 por el leonés Lucas de Tuy por encargo de Berenguela, la madre del rey; un libro en el que se toma de los autores navarros y riojanos lo de los jueces de Castilla, pero se cuenta como una rebelión tiránica contra un poder legítimo, el de León. Y que, para darle réplica al de Tuy, al Tudense, el rey Fernando decide encargar otra historia donde las cosas se relaten como él las ve y las ha vivido. “Fernando III se pone manos a la obra con esa intención y comienza el proyecto repasando la lista de candidatos a la autoría de la nueva historia de España que él tenía perfectamente diseñada en su mente -escribe Peña Pérez-. “Repara en Rodrigo Jiménez de Rada, flamante arzobispo de Toledo, titulado en Bolonia y en París. Es un hábil diplomático y hombre de consenso, bien relacionado con la Santa Sede y asiduo acompañante de los monarcas castellanos en las campañas militares desde la batalla de Las Navas. Su perfil personal parece adecuado para plasmar en el pergamino las difusas impresiones del monarca”.

Así habría nacido en 1243, como un encargo del rey Fernando III, el De Rebus Hispaniae de Jiménez de Rada. La obra da la vuelta a la versión de los jueces de Lucas de Tuy: la tiranía era la que ejercía León, ante la que los castellanos responden de forma prudente con sus dos jueces. Y va más allá el obispo toledano: además incluye muchos de los otros mitos fundacionales castellanos que se habían ido generando de modo disperso en las décadas anteriores. El último paso lo da el hijo de Fernando III, el rey Alfonso X, al incluir esos materiales averiados, recopilados por Jiménez de Rada, en su Primera Crónica General, también conocida como Estoria de España, de la que se han nutrido docenas de generaciones de historiadores hasta casi hoy mismo. (…)

La nacion inventada. Una historia diferente de Castilla

Arsenio  & Ignacio Escolar

MAS INFORMACION SOBRE LA PELICULA EL VALLE DE LAS ESPADAS

Del árbol caido, todos hacen leña...y del templo caído, cantera

Con el permiso del Maestro Alkaest, autor de los blogs Picota y Cepo, Laberinto románico y Pájaros viajeros, reproducimos integro el artículo "Del árbol caido, todos hacen leña...y del templo caído, cantera" que trata de la delicada situación que, a día de hoy, atraviesa la valiosa ermita de la Virgen de La Calzada, en la Villa de Brías:
 
Como la etimología de su nombre indica, el lugar de Brías (Soria), fue asentamiento celtíbero. Junto a el, pasaba una calzada romana, a cuyo lado se alzó, a principios del s.XII, un templo, que recibió la advocación de Nuestra Señora de la Calzada, en el cual se veneraba la imagen románica del mismo nombre.
 
Cuando en 1690 se levantó la actual parroquial, de San Juan, sobre las ruinas de otro templo románico. La Virgen de la Calzada fue llevada a este nuevo edificio, barroco, y su antigua morada quedó rebajada a la humilde condición de ermita de la Soledad, título que le cuadraba bien por el entorno en que se halla. Pasaron siglos, de guerras, abandono y olvido, cayó su bóveda, se saqueó su piedra. Luego, el solar vacío entre sus muros, fue aprovechado como cementerio.  
Hasta que, modernamente, cuando en otros lugares los templos románicos se atosigan de tumbas que los invaden hasta deformarlos, aquí se vació el cementerio y se trasladó a lugar más apropiado. ¿Sirvió esto para restaurar el templo o prestarle algún tipo de atención? Nada de eso, quedó abandonado a su triste suerte, tan triste como la de aquellos difuntos que ya no tenían familiares que los reclamasen y por ello sus huesos quedaron allí, tan abandonados como las ruinas románicas.  
Pero no a todos les importaba tan poco este monumento, hubo algunos “interesados” que, con premeditación, nocturnidad y alevosía, aprovecharon para “rescatar” algunas columnas y un capitel, que representaba sirenas de doble cola las cuales, los simbólicos personajes, recogían con sus manos. Algún coleccionista, las estará disfrutando en su mansión.  
Quizá no les dio tiempo a más, o consideraron que los otros capiteles carecían de importancia, por eso todavía podemos contemplar alguno en esa portada que amenaza venirse abajo en el momento más inesperado. El peso del muro la ha deformado, sus dovelas han cedido, abriéndose, hasta dar la sensación de que el arco, en lugar de medio punto, es carpanel.  
El resto de los muros van cediendo al paso del tiempo y los elementos, la vegetación circundante come poco a poco el terreno, sube por las paredes y lo invade todo. Entre la espadaña y los árboles cercanos, las plantas trepadoras forman ya un túnel, tapizan la nave, se comen el ábside por dentro y por fuera.
 
Pronto ni siquiera podrán verse los magníficos capiteles del arco triunfal, con sus escenas de juglaría, sus caballeros y esa original Nuestra Señora de la Calzada. Muy pronto, las raíces de la hiedra cuartearán la piedra, la disgregarán y todo volverá al seno de la Madre Tierra, del que surgió.
 
A quien corresponda: Ponga pronto remedio a tanta ruina y desolación, mande afianzar las ruinas, como primera providencia, no consienta que un templo tan bello se pierda en el olvido. Si no lo hiciere, sea condenado a picota y cepo, hasta que la mágica Sima de Brías y la Dama encantada que mora en ella, rompan su hechizo...

Salud y fraternidad.

Texto y fotos: Alkaest, del blog "Picota y cepo"

La conjura de los postes

Habrá reparado el viajero en que, de un tiempo a esta parte, han ido desapareciendo las indicaciones a Berlanga en los postes de las carreteras, de manera que si usted viene a Berlanga por el norte y llega a Soria capital, no encontrará indicación alguna que le guíe para tomar la SO-100 cuyo final de trayecto es nuestro pueblo. Tras las ultimas reformas de los accesos a la capital, ha desaparecido el cartel que informaba de la dirección a Berlanga y se ha sustituido por otro mucho mas grande y vistoso que informa de la carretera que lleva a Quintana Redonda y a Fuentepinilla, que es la misma que lleva a Berlanga.

Si venimos del sur, por Sigüenza, camino natural de salida y entrada desde Madrid, (aunque las administraciones de todos los tamaños llevan un siglo tratando de impedirlo) y llegamos a la ciudad del Doncel, tampoco hallaremos el indicador que hasta hace poco nos avisaba de la dirección adecuada, debido a que la carretera que antes llegaba a nuestro pueblo por la cuesta de Paredes, ahora llega a Atienza, quedando el ramal de Paredes como un simple camino rural en el que la Administración regional no invierte ni un euro, y al que dentro de poco solo se podrá acceder con vehículos todoterreno.

Si es por el este, vía Almazán, donde pretendemos llegar hasta Berlanga, tampoco la cosa está fácil, pues ha desaparecido la referencia a Berlanga y ha sido inteligentemente sustituida por algún lumbreras, por la de Hortezuela, arrabal de la Villa.

Finalmente si venimos del poniente, de la parte del Burgo, también nos han borrado del cartel, por la construcción de la nueva circunvalación, que algún día será integrada en ese proyecto nebuloso de la autovía del Duero, que después de veinte años está a solo un 5%. de ejecución. En este punto, la referencia en el cartel es solo a Almazán.

Paralelamente a esta progresiva desaparición del nombre de Berlanga en los carteles, se han ido haciendo una serie de infraestructuras en la provincia, siempre necesarias y que aunque con retraso pueden contribuir a sacar del aislamiento zonas muy despobladas. La carretera SO-132, actualmente en obras, de Retortillo a Baraona, pasará a ser de doble carril; la SO-160, de Retortillo al Burgo ha sido reformada y ensanchada adecuadamente; la CL-101, entre Almazán y Paredes también luce un aspecto extraordinario, y las carreteras que unen Soria con El Burgo y Almazán se van a convertir pronto en autovías. Como se puede observar en el mapa, todas estas mejoras viarias recientes se olvidan también de Berlanga, aunque siendo justos, algunos pueblos del sur de nuestra comarca mejoran mucho sus comunicaciones con Almazán y El Burgo.

Debe de haber una razón de peso para este ninguneo sistemático, y a nuestro juicio se trata de la decisión política de desintegrar completamente la comarca de Berlanga para dar más peso a las de Almazán, El Burgo y Soria, qué tendrán así una mayor porción en el reparto del pastel presupuestario. Mancomunidades y asociaciones de municipios creadas desde arriba, con olímpico desprecio por la historia, se han ido creando para mermar la importancia que hasta hace poco tenía Berlanga en el sur provincial, hasta aparecer de mera comparsa en inventos vacios de contenido como ADEMA, que ignoran que lo verdaderamente endógeno habría sido respetar divisiones territoriales que tenían mil años. Los treinta y tres pueblos que en la Wikipedia figuran como pertenecientes a nuestra comarca, se ven así adscritos a una u otra de las vecinas citadas, dependiendo de donde venga el viento del plan de turno, lo mismo en la sanidad como en la educación o el turismo, con la corta visión de los cuatro años que dure el mandato político de los diseñadores de comarcas, que serán rectificados por sus sustitutos a la mínima ocasión.

En consecuencia, las inversiones en infraestructuras se van limitando a las migajas de los planes provinciales de la Diputación y alguna cosilla extraordinaria que no nos saca de apuros, como la construcción de un aparcamiento en la ermita de San Baudelio, en Casillas.

Ya se sabe que si el nombre de la cosa no aparece escrito, es como si no existiera, y si no existe, no hay por qué gastar. Ese es el motivo de la eliminación del nombre de Berlanga de todos los postes, la conjura de los postes.

Documentación: E. Martínez (Universidad de Osnabrück)

Fotografïas: Sigpac y Googlemaps

Fiestas de Bordecoréx

El sábado 25 de septiembre, son las Fiestas de Bordecoréx, en honor a San Miguel, y este año llegamos  ya al décimo Certamen de dulzaina y otras gaitas, que lleva el sonoro nombre de "Si Hablaran las Piedras"
La fiesta comienza la noche del viernes al sábado, con baile a cargo del grupo "Trébol de Castilla" en el local de la Asociación cultural Rio Torete.

La mañana del sábado, anís y pastas en la tradicional diana y pasacalles. A la hora del vermú, un poco más de baile.

A partir de las 18 horas, comienza el certamen con los juegos populares y la exhibición de oficios. Después sonarán la dulzaina, gaitas y la música tradicional de Ricardo León.

Tras el imprevisto del año pasado, Juan Catalina vuelve con sus cuentos para todas las edades.

El plato fuerte de la tarde es, sin duda, la actuación de Menaya Folk que nos presentarán su segundo disco "Celtíberos"

Después de la cena, como las noches ya son frías, La Charanga El Ruedas pondrá el cierre a la fiesta en el bar.

Para los que aún no conocéis las fiestas y queráis haceros una idea, podéis ver este video en la web de la Asociación:
http://www.bordecorex.es/menu/Videos_2006_San_Miguel.html

El campo de Alaló

Las ruinas del pastor from Raul Medina on Vimeo.

El campo de Alalo from Raul Medina on Vimeo.

La Paramera

La Paramera

Hemos leido con mucho interes la tesis doctoral titulada "La Paramera de Sigüenza: estudio geomorfológico" publcada en 1995 por Antonio Vázquez Hoehne.

Toda la Tierra de Berlanga, al sur del Duero, se encuentra en esta región geológica. Os dejamos el enlace para los interesados en consultar este estudio:

Texto completo

Restauraciones creativas

Desconocemos el criterio del director de la restauración, si fue expuesto publicamente el proyecto para posibles alegaciones, si alguien las hizo y a que conclusiones se llegó; el caso es que lo que se ha hecho en la torrecilla adosada a la del Homenaje, en uno de los cubos capados y en la muralla anexa nos parece otra chapuza añadida a la larga lista de maltratos que viene sufriendo nuestro patrimonio artístico, que a este paso acabará siendo irreconocible. En lo que respecta a la muralla y al cubo, la reinterpretación no nos agrada lo más mínimo aunque estamos dispuestos a aceptar que se trate de una nueva teoría de restauración creativa que añade volúmenes donde no los había.

El caso de la torrecilla, nos gusta menos todavía porque en este caso había fotos recientes del elemento, que no hace tantos años que se hundió, y no era muy complicado haber conseguido una réplica exacta, como se hizo, por ejemplo en Hita con la puerta de entrada al pueblo, derruida en la guerra civil para que pasaran los tanques, reconstruida de manera chapucera en los años sesenta y vuelta a reconstruir hace unos años con absoluta fidelidad al original.

El caso es que lo que se ha levantado en su lugar, desgraciadamente se parece muy poco a lo que recordabamos

Scherzo (2)

Después de este recorrido a vista de pájaro por todos los pueblos de la Tierra de Berlanga, gracias a la tecnológia del Sigpac, este blog ha llegado a Cabreriza, reparando en que este pueblo deshabitado es mucho mas bonito a pie que desde el aire, donde tiene un aspecto lunar un poco desolador.

Fuente Tovar, Rebollo, Bayubas de Arriba, Bayubas de Abajo, Aguilera, La Estación, Hortezuela, Morales, Brías, Abanco, Alaló, Lumías, Arenillas, Barcones, Rello, La Riba, Bordecorex, Caltojar, San Baudelio, Casillas, Ciruela, Paones y Cabreriza... Todos se esconden a esta hora de la canícula, pero dentro de un rato los niños volverán a jugar y a reir en sus calles, recobrando la vida y la alegría que nunca debieron perder.

Cómo la vida está en la calle, volvamos a la vida mientras podamos, huyamos de esta martingala electrónica artificial y artificiosa. A la calle, que ya es hora de pasearnos a cuerpo, a vivir el presente, a explorar los paisajes holllados en la infancia, a REconocerlos reconociéndonos en ellos.

Cómo siempre que ponemos algo nuevo, no hay fecha de retorno. Es uno de los lujos de este trabajo autónomo no remunerado. Se prevé que la vuelta se hará esperar un poco a la vista de la poca actividad de los marcadores de visitas. Hemos aprendido muchas cosas y esperamos seguir por el mismo camino, con todas las ayudas que salgan a nuestro encuentro, sin hacer caso a los ladridos ni a las lisonjas. Hasta pronto.

Aérea de Cabreriza

pinchando AQUI: Dónde Dios ya no habita II, del blog Rutas abandonadas de España

Aérea de Paones

VER: Dónde Dios ya no habita, del blog Rutas abandonadas de España.

Aérea de Ciruela

Aérea de Casillas de Berlanga

La Ermita de San Baudelio de Berlanga, hito artístico más importante de la provincia de Soria, para el que no lo sepa, se encuentra en el termino de Casillas de Berlanga, ayuntamiento de Caltojar.

Aérea de Caltojar

Aérea de Bordecoréx

Aérea de La Riba

Aérea de Rello