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De la parte Berlanga

Las SIETE parroquias

Las SIETE parroquias

En un artículo de Fernando Castanedo publicado en El País del 1 de julio de 2006, titulado "Un caimán contra los pecadores" se lee lo siguiente:

El castillo de Berlanga domina la ciudad y el paisaje desde lo alto de un cerro que, por detrás, cuenta con la defensa añadida de un barranco sobre la hoz del río Escalote. Merece la pena subir la cuesta para admirar su torre del homenaje, gótica y esbelta, y también los cuatro grandes cubos renacentistas que ocupan las esquinas de la planta rectangular, ya con troneras para artillería. A comienzos del siglo XVI, Carlos V pidió a Juan de Tovar -marqués de Berlanga, duque de Frías y condestable de Castilla- que fortificase el castillo en previsión de un ataque francés. Tovar contrató a un ingeniero italiano, Benedetto di Ravenna, para que modernizase la fortaleza gótica, adaptándola a las nuevas formas de hacer la guerra, es decir, a las necesidades de los artilleros. Pero las que aparecieron por allí no fueron las tropas francesas de Francisco I. En su lugar, y después de la humillante batalla de Pavía, los que llegaron a Berlanga, y en condición de rehenes del emperador, fueron el delfín y el duque de Orleans.

Los dos hijos del rey de Francia se encontraron entre los primeros huéspedes del flamante palacio que se acababan de construir los Tovar a los pies del castillo. Además de estos rehenes de Carlos V, por este palacio de los Condestables pasaron otros franceses ilustres, como Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, o Felipe V, primer Borbón que ocupó el trono de España. Y así como el destino quiso que este palacio estuviera ligado a Francia desde el principio, para su desgracia y la nuestra también lo estuvo su final. En 1811, las tropas napoleónicas lo incendiaron, y hoy tenemos que imaginarnos lo que debió ser su esplendor por la torre norte, que custodia el arco de subida al castillo, por una fachada de proporciones más que notables, y por los restos erosionados de las terrazas que ocupaban sus jardines renacentistas.

No cabe descartar que este lamentable incendio del palacio fuese una revancha divina. La parroquia de Nuestra Señora del Mercado, la iglesia principal de Berlanga, se encontraba precisamente en la misma plaza donde los marqueses querían construir su palacio. Dicho de otro modo, molestaba. Los marqueses solicitaron y obtuvieron una bula papal para edificar una colegiata en Berlanga. Entre las razones oficiales se alegó la conveniencia de unificar el culto en un solo templo, ya que la villa contaba con siete parroquias, casi todas pequeñas iglesias románicas. Otra alegación fue que la colegiata ayudaría a vigilar y comprobar que los conversos cumplían con la fe recién estrenada. Además, al contar con los materiales de construcción de las siete iglesias a demoler, la erección se abarataría mucho.

  • Como sería la colegiata con las dos torres del proyecto original

En 1530, después de sólo tres años y medio de obras, se consagró la colegiata de Berlanga, conservando la advocación de aquella iglesia demolida de Nuestra Señora del Mercado, muy apropiada para una villa de tan notoria judería. El programa arquitectónico completo incluía también un claustro y una segunda torre, pero nunca llegaron a erigirse. Con su planta de salón de tres naves a una misma altura, la colegiata es de una elegancia y de una claridad compositiva espectaculares. Da una sensación de amplitud parecida a la de las grandes lonjas góticas. Las bóvedas de crucería se sostienen gracias a ocho pilares colosales sin más capitel que una sencilla línea de imposta, de los que salen como palmas las nervaduras flamígeras. Tal vez Juan de Resines, el arquitecto, tuviera en mente -además de otros modelos- a San Baudelio, levantada sobre un único pilar palmeriforme del que nacen ocho arcos de herradura.

Sabíamos que para la construcción del palacio, el marqués había demolido una parte de la muralla y seguramente una puerta más antigua que la actual del Mercado. ¿En que parte estaría entonces esta parroquia de Santa María, dentro o en la misma muralla? ¿tendría galería porticada como las de San Esteban?

Son pocos los datos que se tienen de estas antiguas parroquias de Berlanga. Alguna cosa más podría saberse si se conservara algún archivo de la época. Quizás haya algún dato revelador en el de la Casa de Frías. Las siete parroquias eran: Santa María del Mercado, San Andrés, San Esteban, San GilSan Miguel, San Nicolás de Bari y Santo Tomé. Por los nombres actuales de las calles, deducimos que la de san Andrés estaría en la plaza de su nombre, quizás en el solar de la actual colegiata, aunque por supuesto de dimensiones mas modestas. Otra estaría seguramente en la plaza mayor, en el ángulo que ocupa la Caja rural. Espero que alguien aporte datos o sugerencias sobre el lugar que ocupaban las que faltan y sobre la  interpretación que puede hacerse de las ruinas y arcadas de ladrillo que afloraron en la restauración de la plaza y que, tras largas deliberaciones, fueron condenadas a la oscuridad.

4 comentarios

Axinio -

Interesante la información la que nos proporcionas. Algunos datos sobre la situacion de las iglesias ya los habia deducido, no asi los nombres que les correspondian.
Cuando roturaron las eras que estan al lado del puente de barrancon encañado aparecieron muchos huesos humanos entre ellos una calavera, pero nadie se preocupo,
Gracias por la informacion, mirare estos sitios con nuevos ojos.

JUAN -

Con respecto a la ubicación de las iglesias románicas lleva razón Axinio , en que eran 10 y no 7 parroquias , las que dice que estaban extramuros se refiere fuera de la cerca vieja pero dentro de la nueva , la gótica .
Si empezamos con la principal , que es Santa M ª , estaba según dice Bedoya ,y se ve en unos planos existentes en el archivo , nada más entrar en el recinto amurallado del castillo a mano izquierda , pegando a la muralla de la zona de la calle La Hoz , en el plano se aprecia una puerta de entrada y una serie de ventanas circulares , ésta se convirtió en el granero y establo del palacio , fuera de lo que es el palacio en sí y no estorbando para su construcción . En la zona donde estaba la iglesia , en la ladera hacia el castillo , se aprecia un montículo , que podría ser escombros del derribo de la iglesia o seguramente un anexo a ésta que no se derribó y está tapado. O tra prueba de la situación de la iglesia es que las casas existentes en la calle La Hoz fuera de la cerca pero enfrente de la iglesia tiene en sus cimientos y en sus rellenos piedras sobre todo de arcos románicos procedentes de ésta.
Aunque bien es cierto que estorbaba a los planes de los Duques cuando se le concedió el título de Colegiata se hizo reformas ampliándola aunque luego se optara por hacerla nueva en su actual ubicación , la prueba de esta ampliación se aprecia en un lienzo de pared que va desde el primer al segundo cubo de la muralla , está lucido de calicanto y se aprecian unos caracteres.
La diferencia de 10 a 7 parroquias está en que en la segunda relación de éstas faltan todas las que están dentro de los terrenos de los Duques de Frías que se habrían derribado , excepto la de Santa Mª , las otras serían , dentro de la cerca vieja San Facundo en la zona del acueducto y las tumbas , en una depresión rectangular , casi en la cima del cerro ; San Juan que es el ábside que entró a formar parte de los jardines al que se le hundió el arco hace unos años ; en la zona de la huerta la de San Pedro junto a la puerta de ese mismo nombre que había en la cerca nueva , las puertas solían tomar el nombre de la iglesia más cercana . En las eras altas estaría San Nicolás “subiendo por la Tubería Alta se sale a la puerta de San Nicolás” , en estas eras se aprecia el empedrado de la iglesia y en la ladera las tumbas cristianas , no judías , aunque esté el barrio judío cerca ; la siguiente sería la puerta se San Gil en la calle Bedoya y la iglesia se hallaría en lo que era antes el antiguo lagar , en la zona del parque de la Colegiata ; San Andrés , en la plaza del mismo nombre y sin identificar está la de la Plaza Mayor , esquina con la caja rural y otra en la Pedriza , en la bajada a la arboleda ,frente al transformador de la luz , de la que se conserva el relleno de la pared del ábside , pues la cara externa de sillería ha desaparecido , aquí suman 9 , falta una , es curioso que están todas en una mitad del pueblo , sería lógico pensar que la que falta estaría en la otra mitad .
La piedra sacada del derribo de éstas sería más bien poca , pues la mayoría eran de mampostería , como San Juan o muy pequeñas como la de la Pedriza , de todas forma se pueden ver las piedras que son sobretodo , columnas , cornisas y dovelas en el dentado de la Colegiata que da al panadería de las cuatro caños , otras piedra de los arcos de estas iglesias se quedaron en la bóveda de la Colegiata bien porque no cabían en el relleno o porque les dio lástima meterlas , siendo bajadas al suelo cundo arreglaron el tejado .
El último resto de estas iglesias es el tímpano de las monjas , que bien pudo pertenecer a San Gil , que fue la última que se derribó , pues el derribo de ésta última coincidió en fecha con la reconversión de la antigua sinagoga en convento , por parte de los Duques de Frías

axinio -

Juan Manuel Bedoya, en sus Memorias Historicas de Berlanga, dice que existian "10 parroquias, cuyos sitios se señalan donde hoy son graneros, eras y campos eriales extramuros".
Ademas de las nombradas estaban La de San Facundo, La de San Pedro y, la de San Juan.

Juancar347 -

Me parece muy interesante este artículo, e independientemente que me duele ver ese 'desperdicio de románico' -perdón si molesto, por muy impresionante que sea la Colegiata- tengo una curiosidad especial por saber dónde estaba ubicada la parroquia de San Miguel.