Fastos y salvas
El fuego ha sido el origen de muchas ruinas, no solo en ocasiones de asedio y guerra, sino en circunstancias fortuitas. como indica Clemente Saenz, el Alcázar real de Madrid fue abatido por las llamas en la noche del 24 de diciembre de 1734, reinando Felipe V. El Alcázar de Segovia se quemó en marzo de 1862, y el de Burgos en el año 1736. Otro ejemplo es el de Berlanga de Duero, en Soria, donde, con motivo de los fastos y salvas que se realizaban por la visita del rey Felipe IV, se quemaron la biblioteca y el maderamen del castillo.
(Miguel Fraile. Materiales de construcción en los castillos de Castilla y Leon)
6 comentarios
JK -
el de Caltojar -
juancar347 -
el de tiermes en lozére -
salud!
juancar347 -
Amio Cajander -
Y si no que se lo digan al Windsor...