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De la parte Berlanga

La Sima

Se cuenta por Tierras de Mondoñedo, la leyenda  del Rey Cintuolo y su cueva, que es una de las más grandes de España, con más de cinco kilómetros de recorrido. En esta tierra brumosa se cuentan historias llenas de magia, que hablan a las claras de  un pasado que sigue presente. Ahi, a dos pasos de la cueva, también está el castro de Zoñán.

A mi me contaron como suceso verídico, indicándome el nombre de algún testigo que todavía estaba vivo, la hazaña de un paisano que se ganó un caballo en una feria de ganado, porque consiguió dar una vuelta completa a la catedral de Mondoñedo con el caballo montado a sus espaldas.

Pues resulta que Cintuolo reinaba en unos tiempos lejanísimos en una ciudad que se llamaba Bría. Era muy poderoso e influyente y tenía una hija bellísima llamada Manfada, que además de hermosura tenía discreción y bondad para dar y regalar, y por este motivo pero sobre todo por su hermosura, era pretendida por muchos principes y señores, casi todos bastante rudos y toscos, que no eran del agrado del rey ni de su hija, y que habían ganado su fama y su fortuna como mercenarios o saqueando aldeas en tiempo de guerra. 

Una mañana soleada llegó a Bría un joven y apuesto conde, acompañado de tres escuderos, y tras frecuentar a menudo la corte, se hizo con la confianza de la princesa y de su padre. Entonces ocurrió una desgracia; la ciudad fue invadida por un ejercito enemigo, y un heraldo avisó al rey Cintuolo que su hija debería casarse con el rey Tuba de Oretón si quería salvar su reino, su castillo y hasta su vida. Nada menos que el rey Tuba, que arrastraba una pésima fama de brujo y tramposo.

El joven y apuesto Conde se ofreció voluntario para acabar con aquella gente agresiva y desconsiderada y partió a su encuentro. Lucho con Tuba, primero a caballo con armadura y después cuerpo a cuerpo, hasta que tras angustiosos momentos de peligro, logró atravesar con su espada el corazón de su enemigo, consiguiendo que el batallón invasor se retirara a sus dominios.

Volvió el buen conde al castillo, que por encanto había desaparecido, viendo en su lugar una gran sima. Entró en ella pero solo encontró grandes piedras y fantásticas columnas de estalacticas y estalagmitas. Salió de la sima y comprobó con estupor que también la ciudad de Bría se había esfumado.

Desde entonces se dice que en la cueva hay un encantamiento y que al amanecer, los que tengan el corazón limpio, pueden ver deambular por los alrededores una princesa rubia vestida de blanco. Impresionante historia, pero a mi me gustó mas la del caballo.

¿No les resulta familiar lo de Bría y la sima?

Información sobre la cueva del rey Cintolo, enviada por el profesor Amio Cajander:

Situacion de la cueva: http://tinyurl.com/8kpnp3
y un esquema de la misma sobre ortofoto, del club burgales de espeleología Edelweiss: http://tinyurl.com/8g4hl6

3 comentarios

juancar347 -

Me parece una entrada estupenda. Siempre he sentido predilección por las cuevas y este tipo de cuentos y tradiciones que no deberíamos dejar nunca perderse. Habrá que preparar una expedición en breve.

Amio Cajander -

Cuando a mi me contaron la leyenda, remataron la misma diciendo que el brujo causante de los encantamientos ronda la entrada de la cueva. Por eso hay que entrar y salir discreta y sigilosamente porque si te ve te dejará prisionero en la sima.

Te adjunto como info complementaria para el post la situacion de la cueva:
http://tinyurl.com/8kpnp3
y un esquema de la misma sobre ortofoto del club burgales de espeleología Edelweiss
http://tinyurl.com/8g4hl6

bipede implume -

Adoro estes contos maravilhosos. Fazem-me lembrar a minha infancia.
Grande abraço.
Isabel